El desarrollo de las elecciones provinciales y la cercanía al cierre de listas a nivel nacional van generando definiciones, explicitando reacciones en cada una de las fuerzas y por supuesto también generando controversias, tanto internas como institucionales.
Ejemplo de lo último se evidenció en el impacto de la decisión de la Corte Suprema de suspender la elección en el rango de gobernador en San Juan y Tucumán. Las repercusiones trascendieron las declaraciones y acusaciones cruzadas y se materializaron en hechos concretos como la decisión de Juan Manzur de bajarse de la candidatura.
Resulta lógico barajar un escenario equivalente para Sergio Uñac, considerando las palabras de José Luis Gioja responsabilizándolo por mantener su vocación de reelección sin el acompañamiento del PJ en su conjunto.
A nivel interinstitucional el rol de la Corte se ve interpelado, más allá de las últimas resoluciones, por las palabras de su presidente, Horacio Rosatti, quien incursionando en temas de política monetaria parece ir más allá de las competencias del Supremo Tribunal. Imposible desligar su itinerario fuera del contexto del juicio político que promueve el oficialismo en el Congreso.
En un contexto económico más que delicado (inflación de 8,4%, casi fuera de control y escasez de dólares en el BCRA) no hay lugar, como señaló el ministro Sergio Massa, para "ni un quilombo más".
Sin embargo, las visiones respecto a la conducta a seguir en las PASO por el Frente de Todos enfrenta públicamente al funcionario con el Presidente frente al silencio de CFK.
Para completar la descripción de la fotografía del presente debe sumarse la incertidumbre que ha generado el gobernador Axel Kicillof al plantear la posibilidad de desdoblar la elección en la provincia de Buenos Aires. Se trata sin dudas de un mensaje al frente interno que los destinatarios sabrán decodificar.
Mientras tanto, en Juntos por el Cambio se han producido gestos visibles para tratar de bajar la tensión entre los dos principales competidores; Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Aunque para desescalar la tensión intestina faltan muchas cuestiones por resolver, particularmente la que refiere a la sucesión en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad Autónoma.
El rol de Mauricio Macri también abre interrogantes llegando inclusive a niveles que manejan como posible la posibilidad de que el ex-presidente decida profundizar los lazos con Javier Milei, aunque eso implique la ruptura de la coalición que fundara años atrás. Si el crecimiento del libertario ilusiona al ingeniero, también despierta fantasías en el kirchnerismo que se entusiasma con la posibilidad de una elección de tercios.
Pero lo que parece buena noticia en el cálculo político, empalidece de cara a los mercados por el ruido que genera las preferencias en las encuestas de un candidato que promueve la dolarización. Por un lado, el oficialismo se beneficia porque la oposición se divide pero también le genera más ruido en el ámbito de la economía porque es un candidato que puede anticipar con su discurso conducta anticipatorias de huidas masivas de los depósitos en pesos hacia la divisa norteamericana, desestabilizando aún más una economía precaria. Estamos frente al escenario más abierto de los últimos 20 años.
Las próximas semanas, sin ningún lugar a dudas, seguirán dando definiciones y no hay que descartar movimientos sorpresivos.
Muestra de ello fueron las declaraciones del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti barajando la posibilidad de un "frente de frentes" de la oposición en una gran primaria antiK. Todo parece pensable y, por lo tanto, posible.
A lo descripto hasta aquí deberán sumarse los resultados de las elecciones provinciales que sí se van a realizar este domingo (Salta, La Pampa y Tierra del Fuego) y las que se efectuarán en junio (Corrientes, Mendoza, San Luis, Chaco, Córdoba, Formosa) y julio (Santa Fe).
Esas definiciones irán conformando un mapa que habrá que ver si ayuda a transmitir algo de tranquilidad a los nervios del presente o por el contrario, terminarán haciendo un combo que termine espiralizando una crisis que cada vez cuesta más contener.
Gustavo Marangoni es politólogo
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