Rodríguez Larreta se apareció en la explanada de la Casa Rosada este jueves, acompañado por su jefe de Gabinete, Felipe Miguel. Se reunieron con Wado de Pedro. 

Mientras desde el despacho de Alberto Fernández le apuntan los cañones y lo acusan de no controlar lo suficiente que quienes regresan del exterior cumplan con el aislamiento obligatorio, Horacio Rodríguez Larreta estuvo el jueves por la tarde en la Casa Rosada. Pero no fue a ver al presidente, sino al ministro del Interior, con quien habló temas de obras en conjunto y, tangencialmente, de coparticipación.

Así, el jefe de Gobierno porteño dejó en claro que poco parece afectarle en sus planes políticos y en su relación institucional con el Gobierno lo que distintos funcionarios digan sobre la implementación que la Ciudad hace del aislamiento y sus posteriores controles sobre aquellos ciudadanos argentinos que han estado en el exterior y lograron regresar al país, dentro del estricto cupo de 600 personas por día que impuso Migraciones.

Al parecer, poco le afectaron a Larreta las críticas que este jueves lanzaron varios funcionarios pertenecientes al Ejecutivo nacional. Es que desde distintas áreas, se ocuparon de comparar los controles que aplica la provincia de Buenos Aires con los que no estaría poniendo en marcha la Ciudad.

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Es que como Axel Kicillof decretó que a partir del 1 de julio todos los bonaerenses que viajen al exterior deben firmar una declaración jurada en la que se comprometen a aislarse durante cuatro días en un hotel (que obviamente deben pagar de su bolsillo) y tres días en sus domicilios cuando vuelven al país, desde la Nación reclaman que la Ciudad implemente un sistema parecido para garantizar que quienes regresan del exterior cumplan con el aislamiento.

Pero desde el gobierno porteño aseguran que ellos no mandarán a quienes llegan del exterior a aislarse en hoteles, excepto que den positivos en sus hisopados al llegar al país. “Si dan negativo, se van a aislarse en sus casas”, aseguran. Desde el área que dirige Florencia Carignano, aseguran que no es suficiente con los controles telefónicos que aplican desde la Ciudad. Y reclaman, una vez más, que pongan en marcha algo parecido a lo que hizo Kicillof.

Con este debate instalado, Rodríguez Larreta se apareció en la explanada de la Casa Rosada a la tardecita del jueves, acompañado por su jefe de Gabinete, Felipe Miguel. Y se reunieron con Wado de Pedro, el ministro encargado de las gestiones políticas.

Claro que, según fuentes institucionales, en la reunión sólo se abordaron temas que comparten la Ciudad y la Nación, como el traslado de la Cárcel de Devoto, temas administrativos relacionado a los inmuebles transferidos para financiar los viaductos y el Paseo del Bajo, o las playas ferroviarias para el desarrollo de los terrenos linderos al ferrocarril. Pero claro, eso es lo que se puede decir “on the récord”. Habrá que creer que las coincidencias existen.

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