Este viernes por la tarde se despejará la incertidumbre en el mundo sindical cuando Alberto Fernández oficialice a su gabinete y a su equipo de colaboradores: aún quedan cargos por confirmar en el futuro ministerio de Trabajo y en la Superintendencia de Servicios de Salud, que maneja los fondos de las obras sociales, donde los gremios esperaban tallar al momento de decidir los nombramientos.
En medio de los festejos de fin de año de los distintos sindicatos, vuelan los rumores sobre los cargos a llenar en la “raviolera estatal” que comenzará a funcionar el próximo 10 de diciembre. Otro desafío es intentar tallar en el Consejo Económico y Social que tendrá a su cargo arribar a los acuerdos del pacto social que intentará desandar el próximo presidente para acordar precios y salarios.
Sí hay un principio de acuerdo para ralentizar el llamado a paritarias 2020 aunque por ahora no habría consenso en el congelamiento de precios y salarios por 90 días que pretendería saldar el nuevo organismo. “Hay cláusulas de revisión a cuenta en los próximos meses, como UPCN que la tiene en marzo. Son necesarias para minimizar la pérdida en el poder adquisitivo del último año”, indicó una fuente.
En tanto, un jefe sindical sostuvo este jueves que “no hay precisiones sobre cómo se va llevar adelante esta discusión. Pero está claro que antes de sentarnos tendríamos que acordar tres puntos para luego ir al detalle y tratar de rubricarlos”. Uno de los ejes es qué pasará con los aumentos salariales. Una de las posibilidades es posponer las paritarias y que sea el Ejecutivo quien otorgue aumentos de sumas no remunerativas por decreto a los sueldos más rezagados.
Otra de las dudas entre brindis y brindis de fin de año que varios sindicatos organizaron en los últimos días, es cómo se terminará de conformar el ministerio de Trabajo que ya tiene a Claudio Moroni -ex colaborador de Fernández en la Superintendencia de Seguros en los 90- como su titular designado y se estima para la secretaría de Trabajo, segundo cargo en importancia, iría un abogado ‘pro patronal’ al tiempo que para la estratégica Dirección de Asociaciones Sindicales -que tiene entre funciones autorizar la inscripción de nuevos gremios- iría la abogada Mónica Rissotto, cercana al histórico laboralista Héctor Recalde.
Otro de los cargos buscados por los sindicatos es el futuro Superintendente de Servicios de Salud (SSS), que tiene en sus manos el reparto de los fondos de las obras sociales que adeuda el Ejecutivo a las instituciones. Hay dos candidatos con chances de ocupar ese puesto: José Bustos, que es impulsado por el ex titular de la SSS Héctor Capaccioli, y también David Arauchan (presidente de la obra Unión Personal y también ex funcionario de la SSS), que cuenta con el respaldo de Andrés Rodríguez (UPCN) y otros jefes de la CGT.
Lo cierto es que los principales grupos sindicales esperan la oficialización del gabinete. Y ya están organizando la movilización para el acto del 10 de diciembre, por la tarde, cuando Alberto y Cristina Kirchner hablen a la muchedumbre que se espera se convoque frente a Plaza de Mayo.
Se espera que las columnas de la CGT se agrupen en torno a Diagonal Sur y Belgrano y desde ahí se aproximen a la zona del Cabildo. Pero, en principio, no pugnarán por llegar frente al escenario.
En relación al comité central confederal, que tendría lugar entre junio y agosto para renovar autoridades, en la central obrera destacan aún no hay fecha precisa y que tampoco definición sobre si se ungirá a un unicato o volverá el triunvirato que supo conducir la institución al comienzo del macrismo.
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