Pasó un año desde que Cristina Kirchner ungió a Alberto Fernández para que fuera su candidato a presidente, lo que, a la postre, llevó al ex jefe de Gabinete a la Casa Rosada. Esta unión fue recordada este lunes por los principales dirigentes del Frente de Todos, la misma coalición que enfrenta una tensión indisimulable entre los acólitos del jefe de Estado y la vicepresidenta, ya sea por el manejo de Aerolíneas Argentinas hasta la forma de enfrentar el brote de coronavirus que puso en emergencia a la Villa 31, con casi mil contagios y cuatro muertos, entre los que se cuentan dos dirigentes sociales.
Desde temprano las usinas kirchneristas y también actuales funcionarios de Presidencia recordaron el video que el 18 de mayo de 2019 posteó Cristina, a través de sus redes sociales, con el que pateó el tablero electoral declinando su candidatura presidencial -siendo la dirigente con mejor intención de voto- y anunciando que sería la compañera de fórmula de Fernández. Lo que siguió a esa construcción llamada FdT ya es conocido: un triunfo arrollador en las PASO que pavimentó el camino para la victoria del 27 de octubre y la posterior llegada al sillón de Rivadavia del 10 de diciembre.
Pero con el paso de los meses de gestión y con ese cisne negro que constituye la pandemia de Covid-19 para una nueva administración, se hicieron evidentes diferentes formas de conducción y negociación con la oposición y el establishment entre los principales socios de la coalición.
El vuelo chárter que contrató el empresario televisivo Marcelo Tinelli, que ayer estuvo en Casa Rosada buscando prebendas junto a Adrián Suar, para hacerse llevar una valija en abril pasado hasta su confinamiento de Esquel, en plenas restricciones por la cuarentena, desnudó un favoritismo hacia él de parte de la ANAC. Este organismo, que regula la actividad aérea en el país, es conducido por Paola Tamburelli, con quien la uniría un vínculo de amistad de años. La funcionaria no es del riñón del Presidente sino que llegó a su cargo propuesta por el senador kirchnerista Mariano Recalde, ex titular de Aerolíneas. Cerca del jefe de Estado reconocen que la mayor parte de los funcionarios del transporte aéreo responde al kirchnerismo duro y que buscan favorecer a Aerolíneas en detrimento del resto de las empresas que prestan un servicio aerocomercial.
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Pero fue la pandemia de coronavirus la que también expuso diferentes miradas entre el albertismo y los dirigentes más afines a la ex presidenta. Desde la semana pasada intendentes del GBA cuestionaron la apertura que dispuso Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad para aliviar los efectos recesivos de la cuarentena. Como respuesta a ello, el viernes la comunicación presidencial difundió una foto del presidente junto a Larreta y su vicejefe, Diego Santilli, en la presentación de los test rápidos de detección del covid diseñados por el Conicet. Todo un mensaje político que se sumó a las recientes declaraciones del presidente, que evitó acusar al alcalde porteño por la disparada de contagios en los barrios vulnerables porteños.
Sin embargo, el último domingo el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, que supo ocupar esa cartera en la última presidencia de Cristina Kirchner, tuiteó un mapa del AMBA con la Capital sombreada de rojo en el que decía: "Queda claro en este mapa dónde está el mayor riesgo de irradiación del coronavirus". Rápidamente legisladores y referentes de Juntos por el Cambio salieron a contestarle.
Desde Casa Rosada nadie salió a cruzarlo, pero ayer un funcionario como Fernando "Chino" Navarro puso paños fríos y siguió la misma línea del primer mandatario. "Sabemos que hay tránsito entre los barrios lindantes y la provincia de Buenos Aires, pero es algo en lo que hay que pensar y resolver. El horizonte tiene que ser de trabajo", sentenció en declaraciones radiales al tiempo que reconoció que "llegamos tarde a la Villa 31. Como Estado hace años que llegamos tarde. Tenemos que hacernos cargo para resolverlo".
Florencia Kirchner ayer utilizó su cuenta de Instagram para disparar un "Larreta hacete cargo" acompañando un video sobre la muerte de la dirigente Ramona Medina a causa del Covid en el Barrio 31, la misma que había denunciado falta de agua desde hace semanas.
Su hermano Máximo Kirchner, presidente del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, en plena sesión virtual castigó al acuerdo UIA-CGT que autoriza un descuento del 25% del sueldo de los trabajadores suspendidos, que había sido reglamentado por el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.
Pocas horas después la diputada Fernanda Vallejos fue una de las voces cantantes de los cuestionamientos a que el programa ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción, que paga el 50% de los salarios, entre otros beneficios), sea destinado a grupos como Techint y un conocido conglomerado de medios con el cual el kirchnerismo viene enfrentándose desde hace años.
Y, acto seguido, la también economista fue más allá: propuso que "si el Estado decide subsidiar a grandes grupos, sería razonable, como lo han hecho antes y lo están haciendo ahora las economías más desarrolladas, que lo haga no como un regalo a esas empresas, sino a cambio de una participación en el capital de las compañías". Es decir, una cooptación de acciones de las firmas, tal como ocurrió cuando se estatizaron las AFJP. Desde la Casa de Gobierno decidieron no opinar respecto a tamaña proposición.
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