Cuando el ex ministro de Planificación Julio De Vido estaba por obtener que el Cuerpo Médico Forense evaluara su estado de salud, resolvió desistir de su pedido de prisión domiciliaria. La decisión se debe a raíz de que el juez Claudio Bonadio ordenó un estudio médico de manera compulsiva y sin respeto a la "dignidad humana".
"Bonadio intentó cumplir con lo ordenado por la Cámara Federal al margen de la ley, sin respetar las normas procesales vigentes, vulnerando los derechos más básicos de todo proceso penal y fundamentalmente sometiendo a Julio De Vido, próximo a cumplir 70 años de edad, a un trato absolutamente inhumano, cruel y degradante para la realización de un acto irremediablemente nulo", explicaron desde la defensa del exministro.
La defensa aseguró que el traslado de De Vido se intentó llevar a cabo sin notificar a sus abogados y sin que hubiera un perito de parte. ”La nueva y sistemática violación de derechos que padece lo llevó a desistir de la solicitud de arresto domiciliario efectuado por su defensa”, informaron los abogados Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro.
En la carta de renuncia al beneficio, la defensa de De Vido argumentó “Bonadio ordenó el traslado (del ex funcionario) al Cuerpo Médico Forense, de manera abrupta, sorpresiva, sin notificar a su defensa e impidiendo de ese modo que pueda estar presente su perito”.
Si Julio de Vido obtenía el arresto domiciliario en la causa de los cuadernos, aún le quedaba saber si era autorizado a irse a su casa –preso- en la causa Río Turbio. Precisamente, el juez Luis Rodríguez envió ayer el caso a juicio oral, así que una decisión sobre la salida del ex funcionario de la cárcel estará en manos del tribunal oral que tendrá en sus manos el futuro debate oral.
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