Política
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantendrá su política, que incluye un control de las compras externas
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantendrá su política de sustitución de importaciones que incluye un control de las compras externas, sostuvo este domingo el gobierno nacional a través de su página web.
"No creo que haya habido tantos cuestionamientos (a la sustitución de importaciones). Piden (las empresas) que esta política de administración del comercio siga", dijo el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, en declaraciones al diario Tiempo Argentino reproducidas por el portal.
El gobierno de Cristina Kirchner impone desde 2011 restricciones a las importaciones que causaron malestar entre sus socios del Mercosur y una denuncia de Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Argentina también denunció a Estados Unidos ante la OMC por frenar compras de sus productos agrícolas.
Superávit comercial
El objetivo gubernamental es mantener el superávit comercial anual por encima de los 10.000 millones de dólares y conservar reservas monetarias para seguir cumpliendo puntualmente con los vencimientos de la deuda.
La Presidenta de la Nación guarda un reposo de al menos un mes desde el 8 de octubre a raíz de una cirugía por un golpe en la cabeza, y las medidas de gobierno son tomadas en consenso por un estrecho círculo de ministros y altos funcionarios.
Argentina mantiene rígidos controles cambiarios, que bajaron la fuga de capitales de 22.000 a 4.000 millones de dólares entre 2011 y 2012, según el Banco Central.
El secretario de Comercio temido por los empresarios y odiado por la oposición, se ocupa a diario de controlar el mercado de cambios, donde se desarrolló desde 2011 un segmento marginal cuya cotización del dólar tiene una brecha de al menos 60% con el oficial.
"Cuatro banqueros se ponen de acuerdo. Empiezan a disparar el dólar y si sólo fuese eso, no se consolida el golpe de mercado. El problema se da cuando el precio de los precios se traslada al resto de los precios. Eso es lo que este gobierno evitó", declaró Guillermo Moreno.
El secretario es el responsable de la política de precios que incluyó la intervención del instituto de estadísticas, cuestionado por la oposición y el FMI a raíz de que la inflación oficial de un 10% anual es casi tres veces menor que la medida por las consultoras privadas.
El gobierno y el Fondo Monetario Internacional están elaborando un nuevo índice de precios luego de que el organismo multilateral amonestara al país a finales de 2012.
El gobierno de Cristina Kirchner impone desde 2011 restricciones a las importaciones que causaron malestar entre sus socios del Mercosur y una denuncia de Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Argentina también denunció a Estados Unidos ante la OMC por frenar compras de sus productos agrícolas.
Superávit comercial
El objetivo gubernamental es mantener el superávit comercial anual por encima de los 10.000 millones de dólares y conservar reservas monetarias para seguir cumpliendo puntualmente con los vencimientos de la deuda.
La Presidenta de la Nación guarda un reposo de al menos un mes desde el 8 de octubre a raíz de una cirugía por un golpe en la cabeza, y las medidas de gobierno son tomadas en consenso por un estrecho círculo de ministros y altos funcionarios.
Argentina mantiene rígidos controles cambiarios, que bajaron la fuga de capitales de 22.000 a 4.000 millones de dólares entre 2011 y 2012, según el Banco Central.
El secretario de Comercio temido por los empresarios y odiado por la oposición, se ocupa a diario de controlar el mercado de cambios, donde se desarrolló desde 2011 un segmento marginal cuya cotización del dólar tiene una brecha de al menos 60% con el oficial.
"Cuatro banqueros se ponen de acuerdo. Empiezan a disparar el dólar y si sólo fuese eso, no se consolida el golpe de mercado. El problema se da cuando el precio de los precios se traslada al resto de los precios. Eso es lo que este gobierno evitó", declaró Guillermo Moreno.
El secretario es el responsable de la política de precios que incluyó la intervención del instituto de estadísticas, cuestionado por la oposición y el FMI a raíz de que la inflación oficial de un 10% anual es casi tres veces menor que la medida por las consultoras privadas.
El gobierno y el Fondo Monetario Internacional están elaborando un nuevo índice de precios luego de que el organismo multilateral amonestara al país a finales de 2012.
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