Con 64 años y una carrera que va desde la militancia en "Montoneros" hasta el PRO, Patricia "Lanchita" Bullrich propuso entregar las Islas Malvinas a Pfitzer.

Con 64 años y una carrera "profesional" que va desde la militancia en "Montoneros" hasta el PRO, Patricia "Lanchita" Bullrich no ha dejado partido político, ni gobierno sin participar.

Ella siempre apostó a un proyecto. Y, lo más importante, supo bajarse a tiempo de ese proyecto y subirse a otro, sin ponerse colorada. La vergüenza es una palabra que no está en su diccionario.

Porque para ella, la ex "Piba", lo importante es estar, seguir cobrando del Estado y tener presencia permanente para llegar, algún día, a la Presidencia de la Nación.

"Lanchita" se destaca siempre por opinar sobre todo y todos. Nada de lo humano y lo divino le es esquivo y brinda su "mirada" (así se denomina en el PRO a las opiniones) sobre cualquier tema de actualidad, con la misma convicción.

Pfitzer, las vacunas y Malvinas

De tanto opinar, "Lanchita" Bullrich volcó. Y feo. El martes 27 por la noche, en una entrevista con La Nación+, Bullrich aseguró que "Pfizer no pidió cambio a la ley, lo único que pidió fue un seguro de caución, como se lo pidió a todos los países del mundo, que es algo razonable", y agregó que la farmacéutica estadounidense "no pidió los hielos continentales", aunque remató: "Las Islas Malvinas se las podríamos haber dado".

Como era de esperar, sus declaraciones fueron repudiadas por todos...O por casi todos, porque muchos que hubiesen "fusilado" mediáticamente a cualquier otro dirigente por algo parecido, no dijeron nada.

Fiel a su estilo, "Lanchita" Bullrich no pidió disculpas, solo dijo que "si me expresé mal....". Ella opinó como si no le importaran los 650 argentinos muertos en la Guerra de Malvinas. Esos que sí dieron la vida por la Patria. Esos que sí se la jugaron por el país, no como los "Montoneros", organización a la perteneció en su juventud la actual titular del PRO.

Alguien que participa de las reuniones de la "mesa chica" de Bullrich señaló "Ni borracha Pato (Patricia) tendría que haber dicho eso...". Lo dijo y soltó una sonrisa.

¿Alguién leyó la columna de Jorge Enríquez justificando la entrega de Malvinas a Pfitzer?

Entre sus colaboradores más cercanos, "Lanchita" Bullrich tiene al diputado nacional Jorge Enríquez, quien ocupa gran parte de su tiempo en la presentación de demandas penales o columnas contra dirigentes o funcionarios peronistas.

Generalmente, esas piezas literarias (columnas y denuncias) están pedidas por Bullrich y forman parte de la "genial" estrategia de oposición del PRO.

La "Mesa Ratona Judicial" de Larreta

En el entorno de Horacio Rodríguez Larreta responsabilizan a Jorge Enríquez y al equipo de abogados que lo asesoran de la "estrategia judicial" destinada a mantener la presencialidad en las escuelas porteñas, con la cual el jefe de Gobierno porteño habría perdido entre 5 y 7 puntos en las encuestas.

Es más, esos mismos informantes señalaron con ironía que, desde que Bullrich y Enríquez asesoran legalmente a Larreta, éste tiene una "Mesa Ratona judicial".

Al mismo tiempo, dijeron estar esperando una columna del "bull dog francés de Patricia (Bullrich)" -así llaman cariñosamente al diputado Enríquez- fundamentando la validez de la entrega de las Islas Malvinas a Pfitzer.

Mientras tanto, Enríquez prepara su desembarco en la provincia de Buenos Aires, ya que pretende ser candidato a diputado nacional por ese territorio cuando venza su mandato actual a fin de año.

Por lo pronto, en su perfil de Twitter, dejó de definirse como un "porteño de ley", para ser un "argentino de ley". ¡Un genio de la comunicación en redes!

El origen del apodo "Lanchita"

Patricia Bullrich es una mujer emprendedora. Ella avanza y avanza. Es una mujer de acción. Una militante de cualquier causa dispuesta a dar guerra sin cuartel o a escribir un fracaso editorial como "Guerra sin cuartel", casi tan poco vendido como "Primer Tiempo", el libro del expresidente y accionista principal de PRO, Mauricio Macri.

Por ello, cuando "Pato" (no por el ejemplar criollo, sino como apócope de Patricia) fue la ministra de Seguridad de la Nación, desde el 2015 hasta el 2019, dispuso equipar a las fuerzas bajo su mando, del armamento necesario para combatir el delito "sin cuartel".

Entre las adquisiciones realizadas por Bullrich, se destaca la compra de cuatro lanchas artilladas a Israel, destinadas a la Prefectura Naval Argentina.

Cuatro lanchas al precio de 20

La decisión de compra fue tomada en noviembre de 2016, cuando la entonces ministra visitó Tel Aviv, junto a su esposo. Por esas embarcaciones Shaldag, se pagaron 49 millones de dólares (12.250.000 cada una).

¿Fue una compra acertada? Para la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA), con esa cifra (49 millones de dólares), en el país, los astilleros locales podrían haber construido 20 lanchas similares en calidad, prestaciones y armamento.

Entonces, la FINA emitió una nota firmada por su presidente. Juan Torresin, en la que sostuvo que "la industria naval argentina está en condiciones de proveer las mismas lanchas con una marcada diferencia de precio, igual tecnología, calidad y tiempo de entrega", lo que daría lugar a una reactivación de los astilleros locales.

Pero no solo los industriales argentinos cuestionaron esa compra. Algunos medios, incluso, indicaron que Brasil compró lanchas artilladas PRF 40 blindadas a Colombia por “dos millones de dólares cada una”. Con los 49 millones de dólares de las Shaldag, se podrían haber adquirido 24 lanchas blindadas a ese país.

Por ello, desde mediados del 2017, en la cúpula del PRO, de modo reservado y jocoso, cuando hablan de Patricia Bullrich, la llaman "Lanchita".

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