Los abogados defensores de la dirigente social Milagro Sala, quien cumple con una prisión preventiva en su domicilio de El Carmen, solicitaron la suspensión del inicio de un nuevo juicio oral en su contra, previsto para mañana, en una causa por supuestas amenazas contra personal policial ocurridas en 2014, informaron ayer fuentes judiciales.
La nulidad planteada por el equipo de letrados de Sala “atacaba la decisión de los magistrados en cuanto convalidó las pretensiones formuladas por el fiscal y la querella en la audiencia preliminar al confirmar la producción de prueba anterior a la misma”, según consigna un comunicado de prensa del Poder Judicial.
El planteo fue realizado el último viernes, y dada la cercanía de inicio del juicio, el Tribunal en lo Criminal 2, ordenó “la inmediata sustanciación del mismo”, con traslado al Ministerio Público de la Acusación, a través del fiscal Darío Osinaga Gallacher habilitado-, y al abogado de la querella, Ricardo Arese Ottaviano.
Con anterioridad al pedido mencionado, el jueves último, el Tribunal rechazó “un planteo de nulidad absoluta en contra de su resolución, dictada el 3 de agosto de 2017”.
El Tribunal fijó los días 6, 7, 14 y 15 de setiembre para la realización de las audiencias de debate del juicio oral y público, en el que Milagro Sala está acusada como supuesta autora del delito de amenazas, dos hechos en concurso real.
Los citados delitos habrían ocurrido el 13 de octubre de 2014, entre las 22.30 y 22.50 aproximadamente, cuando la procesada habría amenazado, telefónicamente, a dos oficiales que prestaban servicio en la Comisaría Seccional Nº 56 de la Policía de Jujuy, exigiéndoles que restituyeran prendas de vestir que fueron secuestradas.
En una de esas amenazas, Sala habría manifestado que de no cumplir con su exigencia, “van a tener noticias porque voy a poner una bomba y voy hacer volar a todos’”, prosiguiendo luego “con los insultos y otros improperios”.
La causa se conoce como “el caso de las bombachas” y se originó cuando la hija de María Molina, integrante de la Túpac Amaru y cercana a Milagro Sala, fue a pasear a una feria y se encontró con un puesto que estaba vendiendo ropa que le habían robado a su madre en su casa, según detallaron desde la defensa de la dirigente.
Molina había presentado en agosto de ese año una denuncia por la sustracción de su cartera con las llaves de su domicilio que luego fue robado sin haberse violado la cerradura.
Siempre de acuerdo con la versión acreditada en el comunicado difundido por la Túpac Amaru, la policía se hizo presente dos horas después de haber recibido el llamado de una de las partes y detuvo a la vendedora y a Belén Vargas, la hija de María. A los pocos minutos los oficiales liberaron a la acusada, pero dejaron demorada a Vargas