El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, estimó ayer que las tarifas del gas y electricidad podrían aumentar entre “noviembre y diciembre”, pero aclaró que la suba sería inferior a las aplicadas entre 2016 y el primer semestre de este año.
“Hacia fin de año se hará una revisión tarifaria (de los servicios de luz y gas), y todo va a depender de cuál sea el costo de la energía y el valor del tipo de cambio para definir cuál es la magnitud (de la actualización tarifaria)”, dijo Aranguren.
El funcionario habló con la prensa al terminar su exposición ante unos 250 empresarios en el Consejo de las Américas en el porteño hotel Alvear, donde trató de llevar tranquilidad a los usuarios de servicios públicos sobre cuál será el impacto que tendrían los nuevos ajustes. .
“Quiero ratificar que esa magnitud (del eventual nuevo incremento tarifario) está muy por debajo de lo que ya se ha hecho porque la parte más difícil de lo que es la readecuación del cuadro tarifario la hemos concretado en los últimos meses”, subrayó.
Al ser consultado por los periodistas sobre si el ajuste podría darse ante de las próximas elecciones legislativas, el funcionario respondió que “no hay previsto nada a octubre, todo lo que está indicado en las audiencias es que se estuvo hablando siempre de noviembre y diciembre”.
Aranguren puntualizó que el éxito estará dado en el futuro cuando ya ningún usuario del servicio necesite recurrir a un subsidio para la tarifa energética.
En esa línea, el funcionario nacional precisó que en la actualidad, 4,3 millones de personas reciben un subsidio en electricidad, 2,1 millones en gas natural y casi 3 millones en gas licuado de petróleo.
“El objetivo no es solo recomponer tarifas, sino también reducir los costos de producción de combustibles y gas en la Argentina”, apuntó Aranguren.
En otro orden, el titular de la cartera de Energía manifestó que “va a seguir habiendo cortes” en el suministro de energía eléctrica, aunque destacó que esta problemática “ya ha disminuido de manera muy relevante” en los últimos meses.
“No son promesas o relatos: lo hemos visto en el último verano. Y estamos comprometidos en que los cortes van a disminuir aún más durante el próximo verano”, puntualizó el ministro.
Al apuntar sobre el próximo ajuste de tarifas, Aranguren insistió con que “la tarea más difícil ya fue hecha” y la definió como “el impacto que tuvo el incremento tarifario el año pasado y a principios de 2017”.
“Lo que queda para adelante es ir continuando con la normalización pero va a tener un impacto en el bolsillo de la gente muy inferior a lo que ya se ha visto reflejado”, aseguró Aranguren.
El gobierno nacional dispuso que las distribuidoras de gas de todo el país deberán emitir a partir de hoy las facturas por los consumos de los usuarios residenciales correspondientes a julio y agosto con la alternativa de pago en cuatro cuotas mensuales consecutivas y sin interés.
La decisión será comunicada en las próximas horas por el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) a las distribuidoras de todo el país y tiene por objetivo buscar facilitar a los usuarios el pago de los meses considerados de mayor consumo.
Por tratarse del primer invierno en que se aplica la readecuación tarifaria y atendiendo que la población aún no alcanzó a modificar sus parámetros de consumo, el Gobierno dispuso a través del ENARGAS que las distribuidoras de gas amplíen las condiciones de pago, precisó esta tarde una fuente oficial.
La comunicación dirigida a las prestadoras de servicios dispone que las nuevas facturas a emitir desde la fecha hasta el 31 de octubre, correspondiente a los consumos de julio y agosto, tendrá que ofrecer la posibilidad de pago en cuatro cuotas.
Es decir, que los consumos residenciales del bimestre se podrán pagar durante los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre en cuotas de similar importe y sin intereses.
En la práctica, para las empresas, se tratará de una nota de crédito por el 50 por ciento de la facturación que las distribuidoras no podrán cobrar en los meses de setiembre y octubre y que deberán diferir para los últimos dos meses del año.
La intención oficial es “aliviar el bolsillo de quienes aún no acostumbraron su consumo al nuevo esquema tarifario” vigente desde el 1º de abril, producto del proceso de audiencia pública que readecuó el precio del gas a boca de pozo, su transporte y su distribución, enfatizó la fuente.
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