La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue sometida esta mañana a una histerectomía completa en el Sanatorio Otamendi.
La intervención, que se prolongó por dos horas, consistió en la extirpación del útero, el cuello uterino y los ovarios. No obstante, el parte médico difundido resalta que fue por vía laparoscópica, lo que indica que fue menos invasiva de lo que se presumía.
El escueto comunicado oficial del Otamendi señala: "En el día de la fecha la Dra. Cristina Fernández de Kirchner ingresó a nuestra institución para someterse a un procedimiento ginecológico quirúrgico programado. Dicho procedimiento ha sido realizado por vía laparoscópica.
La paciente cursa un post operatorio normal, en buen estado general de salud". El mismo lleva la firma de la Dra. Marisa Lanfranconi, directora médica de la institución.
La titular del Senado ingresó al centro médico a las 6.45, donde se llevaron a cabo los protocolos prequirúrgicos, y desde las 8 fue intervenida.
Según los especialistas, de acuerdo a su evolución, la exmandataria permanecería internada entre tres y cinco días.
Una histerectomía consiste en la extirpación del útero o matriz, el órgano en cuyo interior se desarrolla el feto. En ocasiones, en mujeres que ya han tenido la menopausia, al quitar el útero se extirpan también las trompas de Falopio, que son los tubos que comunican los ovarios con el útero (lo que se denomina salpingectomía), y los ovarios, lo que se denomina ooforectomía.
Esto se realiza para evitar que aparezca un cáncer de ovario y reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de mama.
Entre los tipos de histerectomía existentes se destacan la "parcial" -se extirpa el útero pero se deja el cuello del útero-; la "total" -se extirpa todo el útero, incluido el cuello uterino-; y la "radical" -se extirpa, además del útero (incluido el cuello uterino), la parte superior de la vagina y parte de los tejidos que se encuentran a los lados del cuello uterino-.