Desbarataron banda de ciberdelincuentes que afectó a dos instituciones de Quilmes

Las redes de ciberdelitos cada vez son más frecuentes y fuertes en el lado oscuro de la red. Con peligrosas maniobras, han dejado mal paradas a entidades de gran estima y lograron llevarse botines multimillonarios. Sin embargo, en esta oportunidad los malvivientes no se salieron con la suya y luego de una ardua investigación que reunió a fiscales de todo el territorio nacional, en conjunto con las fuerzas de la Policía Federal Argentina, pudieron detener a 16 personas acusadas de estar ligadas a dichas prácticas y hay otras 10 órdenes de detención.

Se trata de una peligrosa banda que utilizaba un virus llamado “Grandoreiro”, el cual es una RAT (Troyano de Acceso Remoto) que tiene un particular método para vencer sistemas poderosos sin que los antivirus puedan detectarlos. Los IP utilizados para el delito estaban en Venezuela, Colombia, Ecuador y Estados Unidos, entendiendo que se trata de un grupo comando que opera en todas partes del mundo y que roba a la distancia. Fue así que hicieron caer a dos instituciones quilmeñas.

La primera de ellas fue el Laboratorio Farmas del mencionado distrito, a quienes le sacaron ni más ni menos que 129 millones de pesos. En tanto, al Colegio San Jorge, prestigioso establecimiento educativo, le robaron 112 millones. De todos modos, el detalle del ilícito es mucho más grave y llegaron a robarle al Círculo de la Policía Bonaerense y a diversas empresas que cayeron en la peligrosa trampa. La cifra estimada asciende a los 1.500 millones de pesos, lo que representa alrededor de un millón y medio de dólares.

Para poder llegar a cometerlo, enviaban un link que aparentaba ser algo normal para que quien lo recibía no pensara que se tratara de algo fuera de lo normal. Podía tratarse de un Currículum Vitae o un presupuesto y no levantaba sospechas en los trabajadores que accedían al material

“Cuando la víctima ingresa, cae en una trampa silenciosa sin darse cuenta, ya que este tipo de malware se descarga lentamente por partes en la computadora, circunstancia que impide a la mayoría de los firewall detectarlo”, indicaron fuentes ligadas al caso al respecto del poderoso Grandoreiro.

Tras eso, la cuenta bancaria les pide la confirmación de la contraseña y en la pantalla aparece un dibujo que simula estar actualizando el sistema. Lamentablemente, para ese momento el ciberdelincuente ya se apoderó del homebanking y transfirió el dinero disponible a varias cuentas en el exterior, para comprar posteriormente criptomonedas. En este caso, los malvivientes lo hicieron a través de Binance y Lemon.

En total, se realizaron 64 allanamientos y se desplegaron más de 500 efectivos de la PFA. Trabajaron los fiscales quilmeños Mariana Curra Zamaniego y el secretario Leandro Montejo. Cabe destacar que se detuvieron a 16 personas y se ordenaron otras 10 detenciones, que involucran a siete venezolanos y tres brasileños.

Los uniformados secuestraron criptoactivos por 170 mil dólares, un millón de pesos en efectivo y 300 dólares.