Dos hombres y una mujer abordaron el vehículo en avenida Calchaquí y cometieron el ataque en el cruce de 889 y 835, tras lo cual se dieron a la fuga llevándose el teléfono del conductor. Uno de los delincuentes, herido, fue detenido luego tras concurrir para atenderse en el Hospital Oller.
En medio de un episodio que conmociona a la comunidad quilmeña, agentes policiales detuvieron a un sujeto que robó a un chofer de aplicación, lo desvió en su ruta y disparó contra una casa junto a dos cómplices, provocando un serio tiroteo que lo dejó malherido, en lo que se presume que fue un temible ajuste de cuentas, motivo por el cual buscan esclarecer lo sucedido y encontrar a los criminales prófugos.
El hecho fue realmente sorpresivo tanto para la víctima como para los vecinos, ya que no imaginaban que podían ser testigos de semejante ataque, que tuvo una rápida respuesta por parte de la otra banda. El conductor fue engañado y luego lo amenazaron de muerte con una cuchilla tipo machete en el cuello. Mientras tanto, las autoridades aguardan para indagar al sospechoso, que tiene una herida de bala.
Todo comenzó sobre la Avenida Calchaquí, cuando un chofer de Uber levantó a dos pasajeros masculinos y una femenina. Estos lo contactaron a través de la aplicación, como cualquier otro cliente, y le pidieron ir hasta Ezpeleta. Sin embargo, cuando arrancaron, le solicitaron al trabajador que se desviara para “llevarle unos medicamentos a un familiar”. Así las cosas, fueron en dirección a San Francisco Solano.
Lo cierto es que al llegar al cruce de calles 889 y 835, uno de los sujetos descendió del rodado con un arma de fuego y empezó a disparar contra una vivienda. Seguido a eso, la mujer le puso un cuchillo en el cuello a la víctima, le dijo que no se moviera, pero este maniobró con el coche para desestabilizarla y una vez que lo logró salió corriendo y pidió ayuda a las autoridades policiales y a los vecinos de la zona.
En simultáneo, uno de los ladrones terminó con un balazo en el abdomen y todos se terminaron dando a la fuga corriendo, dejando el vehículo a un costado. Se llevaron el teléfono celular del chofer de Uber, pero dejaron uno que era de su propiedad en el asiento trasero. El aparato fue secuestrado, al igual que la cuchilla tipo machete y se levantaron las vainas que estaban tiradas para peritarlas.
Horas más tarde, se registró el ingreso de un hombre al Hospital Oller de Solano, con una herida compatible a la cual tuvo el malviviente en el violento episodio. Es por ello que quedó internado, en estado reservado y en condición de detenido. El caso está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 5 a cargo del doctor Leonardo Sarra y del Grupo Táctico Operativo (GTO) de la Comisaría Cuarta de Solano.
El trabajador asaltado no tuvo heridas y los investigadores buscan comprender de qué se trató el tiroteo, aunque por cómo se dio comprenden que fue un ajuste de cuentas. Tirotearon sin motivo una vivienda, no cometieron un robo contra los ocupantes y respondieron de la misma manera a su ataque.
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