Quilmes y Arsenal, frente a frente con la urgencia como bandera

El Cervecero viene de empatar sin goles frente a All Boys en Floresta, resultado que poco hizo para mejorar su situación en la tabla. El Viaducto, por su parte, obtuvo una bocanada de aire fresco con el triunfo 2 a 1 sobre Racing de Córdoba, aunque el panorama general dista mucho de ser alentador.

En ese contexto, los protagonistas pusieron en palabras el clima que rodea al encuentro. Matías Lucero, una de las figuras del elenco de Sarandí, no ocultó su entusiasmo de cara al duelo de esta tarde: "Quilmes no viene bien y nosotros con el envión queremos comerle la cancha. Tenemos que aprovechar nuestras herramientas y ser inteligentes para lograr sumar", remarcó, apuntando a las falencias del rival como una oportunidad para afirmarse.

Lucero también habló sobre la difícil coyuntura que atraviesa su equipo, ubicado en zona de descenso directo, y mostró confianza en el trabajo que vienen realizando: "Desde el año pasado que vivimos esta situación. Tenemos fe de que podemos salir adelante otra vez. Darío cree en el proyecto que tiene con nosotros para salir de esta situación", aseguró el mediocampista, en referencia al entrenador Darío Espínola.

Desde el lado local, la voz que se escuchó en la previa fue la de Leandro Allende, quien dejó en claro que el objetivo está puesto en hacerse fuerte en casa. "Nosotros tenemos que hacer otro partido y llevarnos tres puntos de local, que los necesitamos", afirmó el futbolista de Quilmes, sin rodeos.

Allende también se refirió al ánimo del grupo y a la necesidad de dar un paso adelante: "El equipo está metido, el equipo quiere ser intenso. Yo creo que el equipo va a ir de a poco mejorando", sostuvo, apelando a la construcción de una identidad colectiva que les permita salir del mal momento.

El duelo de este sábado por la tarde será, en definitiva, una nueva oportunidad para ambos de cambiar la cara y recuperar terreno en un campeonato que los viene tratando con dureza. Quilmes, con la presión de ser local y el peso de sus propias expectativas; Arsenal, con la urgencia del descenso respirándole en la nuca y la necesidad de aprovechar su buen ánimo tras la última victoria. Un partido entre vecinos del Sur del conurbano donde la necesidad no admite distracciones.