Se bajó la espuma de un Quilmes en retroceso

Durante los primeros 45 minutos, el equipo dirigido por Ariel Martos sufrió la presión del Cervecero, que se mostró superior en todos los aspectos. Con mayor tenencia de pelota y control del juego, los dirigidos por Cristian Grabinski generaron las situaciones más claras.

Una de las figuras del Albiazul fue Emanuel Herrera, quien desperdició una oportunidad inmejorable a los 27 minutos tras un pase largo de Iván Ramírez que lo dejó mano a mano con el arquero Darío Sand. En lugar de rematar, intentó eludir al guardameta, pero su decisión le costó el gol.

Pese a su bajo rendimiento, San Martín sintió el golpe justo antes del descanso. Una jugada preparada desde el costado izquierdo encontró a Gabriel Aranda , quien bajó el balón de cabeza para que Jano Coronel definiera ante la salida del arquero y pusiera el 1 a 0.

La historia cambió radicalmente en el complemento. Desde el inicio, el Santo salió con otra actitud, liderado por Juan Cuevas , quien anotó uno de los goles más destacados del torneo. Apenas seis minutos después del reinicio, Cuevas recibió un pase de espaldas al arco, dominó de pecho, giró y sacó un remate espectacular que sorprendió a Esteban Glellel, alojándose en el ángulo.

Con el empate en el marcador, el equipo tucumano tomó el control del partido. Quilmes, desorientado, perdió profundidad y creatividad en su juego. A los 58 minutos, Brian Esquivel protagonizó una gran jugada individual por la banda izquierda, dejando atrás a dos rivales, pero su remate impactó en el travesaño, evitando el segundo gol.

El técnico local intentó dar aire fresco con variantes ofensivas: ingresaron Juan Ignacio Capano, Marcos Enrique y Mariano Miño , aunque sin éxito. Mientras tanto, Martos realizó cambios decisivos entre los 70 y 75 minutos, mandando a la cancha a Nahuel Cainelli , Alan Cisneros y Jesús Soraire , quien sería clave en el desenlace.

A los 82 minutos, nuevamente Esquivel probó desde afuera del área, y aunque su disparo volvió a dar en el travesaño, el rebote quedó servido para Soraire, quien controló y definió cruzado para establecer el 2 a 1 definitivo. Fue un golazo que desató la alegría en el banco visitante y confirmó la remontada.