Una mujer que pasaba a más de 100 metros de la institución, consideró que el pequeño con el uniforme de la misma andando solo era algo irregular, lo cargó en brazos y lo regresó al lugar.
Un niño de un año y medio de edad se escapó de un jardín de infantes en Quilmes Oeste, caminó más de 100 metros por la vereda de una avenida y fue encontrado por una mujer, que lo llevó nuevamente a la institución fuera de peligro, en tanto que hay mucha indignación de las familias ya que entienden que no hay manera de explicar ni justificar que se haya fugado un pequeño, mientras que acusan a las autoridades del establecimiento de querer tapar toda la situación y eliminar las filmaciones de vigilancia.
Se trata de un episodio tan grave como insólito, que deja mal parados a los trabajadores docentes y directivos, por su negligencia a la hora de cerrar las puertas del edificio y mantener la seguridad de sus alumnos. Pero lo que más hace ruido, siguiendo el testimonio de los allegados al lugar, es que habrían querido mentir al respecto y no informar lo acontecido, para poder salir con las manos limpias de lo ocurrido. Sin embargo, el hecho trascendió gracias a un comerciante de la zona y hay un gran malestar en el ambiente.
Ocurrió en el transcurso de la semana pasada, pero se dio a conocer en las últimas horas con un video que refleja la secuencia. Fue en un jardín de infantes privado situado en la intersección de la calle Entre Ríos y avenida Andrés Baranda, en Quilmes Oeste. La jornada educativa marchaba con normalidad, hasta que todo cambió con la fuga de un chiquito que asistía al turno maternal. Nadie se percató de que faltaba un niño y fue una mujer que pasaba por allí la que lo rescató. Pero los detalles son impactantes y, de no haber sido por ella, podría haber sucedido cualquier cosa.
Y esto se debe a que el alumno caminó y corrió alrededor de 100 metros por la vereda de Andrés Baranda, hasta que pasó por al lado de su salvadora. La mujer entendió que algo no andaba bien, lo cargó en brazos y solo bastó con ver su uniforme para saber de donde venía. De milagro no bajó al asfalto ni intentó acercarse al cordón, ya que es una zona transitada por camiones y colectivos.
Las cámaras de vigilancia de una panadería del lugar captaron la secuencia y sostuvieron que desde el establecimiento educativo fueron a pedirles que borren la filmación. Sin embargo, desistieron de ello y tuvieron que avisarle a la familia damnificada lo que había pasado. Claramente, el descontento no tardó en llegar y los allegados a la comunidad educativa temen seguir enviando a sus hijos a dicha institución.
Por otro lado, se desconoce si tomaron medidas con los responsables y no indicaron de quien fue la culpa de semejante episodio.
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