El Granate cayó en el segundo juego de la llave con Racing de Chivilcoy. El martes será el tercer compromiso, de visitante, en la Liga Argentina de básquet.
Lanús no pudo con Racing de Chivilcoy y perdió por un ajustado y emotivo 78 a 75 en el marco del segundo duelo de la final de la Conferencia Sur en la Liga Argentina de basquet en la rama masculina. De esa manera la grilla está 1 a 1 y se mudará al sur de la provincia de Buenos Aires, que será el escenario del duelo el próximo martes.
El Granate no pudo mantener la efectividad del duelo inicial, cuando superó sin inconvenientes a su rival y abrió la tanda con una alegría en el gimnasio Antonio Rotili, ahora obligado a vencer en una ocasión a domicilio para estirar la trama.
¿Qué ocurrió en el juego? La Academia se plantó con fiereza en un terreno adverso, que se configuró muy intenso por la multitud que abarrotó las tribunas, y ejecutó su plan con elocuencia. Así resolvió la complejidad de robar un punto en un estadio casi inexpugnable y festejó una victoria vital que podría darle el envión para completar la tanda en su casa y pasar a la final estelar.
En el contexto de un pleito cargado de condimentos, con emoción en estado puro, batalla física, calidad de movimientos, rendimientos individuales, la Academia se impuso en los momentos justos y llevó la historia a un tercer juego en paridad de condiciones.
El equipo de Diego D'Ambrosio dominó mayoritariamente el trámite, pero en el cierre estuvo al borde de ceder cuando Augusto Alonso tuvo la chance de igualar el tanteador, a falta de cuatro segundos, pero dilapidó uno de sus libres.
Racing mejoró su funcionamiento respecto al choque del lunes, con una mejor prestación ofensiva y principalmente en los triples (9/24), así como aparecieron hombres que fueron controlados como Alejo Barrales, que brilló por su ascendencia y firmó una planilla de 12 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias y 3 recuperos. Además, otros tres elementos superaron el doble dígito anotador: Stucky (15), Assum (13), Peralta (11), Reinaudi (10).
En el primer tiempo, Racing tomó el control del flujo con Barrales como conductor, un Assum anotador y Stucky lastimando cerca de la pintura. Además acorraló a Lanús y lo frustró en sus avances y por eso se escapó 45-27 al promediar el segmento.
Tras el entretiempo, mermó la dinámica, con una menor incidencia de la fluidez y del tránsito veloz en el parquet. La visita continuó concentrado para manejar 55-38, a los 5 minutos. La energía de Franchino y las acciones de Ríos le dieron aire al Grana, pero el segmento se completó 63-50 para el adversario.
En el último capítulo apareció una reacción furiosa de Lanús, que arrancó con un parcial 9-0 y provocó el dramatismo al acercarse 63-59. De ahí en adelante el juego se tornó muy parejo, con la influencia de los roces físicos y la batalla emocional.
Sobre el cierre hubo un intento que no llegó a destino y los conducidos por Sebastián Saborido se quedaron con las manos vacías, ahora pensando en lo que será un nuevo juego el martes en Chivilcoy.