La mujer denunció el ataque luego de que el sujeto volviera a concurrir a su casa. El caso está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIyJ) 8 del Departamento Judicial de Quilmes, que aún no dispuso detenerlo.
En un aberrante hecho ocurrido en Hudson, una mujer de 75 años fue víctima de abuso sexual por parte de un plomero a quien contrató para solucionar algunos problemas en su vivienda y que aprovechó el estado de vulnerabilidad de la jubilada, en tanto que el agresor, consumado el primer acto, volvió a los pocos días para intentar repetir el delito y fue ahuyentado por la damnificada, que ahí decidió hacer la denuncia policial.
Se trata de un impactante caso que tuvo lugar en Berazategui y que pone de manifiesto la peligrosidad con la que se vive hoy en día. Lo cierto es que por el suceso hay un sujeto imputado y una mujer que, según precisa el expediente de la Policía, quedó con severas secuelas psicológicas y con un temor gigante a que se repita todo. Por otro lado, los investigadores trabajan con las pericias realizadas y con el testimonio de ella para sacar conclusiones y definir las medidas a tomar.
El hecho tuvo lugar en una finca situada en la calle 137 y empezó cuando la víctima, por la necesidad de solucionar un problema en su vivienda, llamó a un plomero, de 62 años, para que haga los respectivos arreglos y logre sacarla del apuro. Esto pasó a principios de este mes, pero tuvo repercusión más tarde, ya que se fue agravando con el paso de los días. Así las cosas, vivió un momento desagradable y violento en manos del acusado.
El trabajador la encerró, se abalanzó hacia ella y comenzó a abusarla. Forcejearon un largo rato y por suerte no pudo penetrarla, pero llegó a eyacular sobre su cuerpo, lo cual conmocionó a la jubilada. Tras eso, lo quitó de encima y pudo echarlo de su hogar. El temor por todo lo vivido fue muy grande, pero de todos modos no realizó la denuncia en la seccional correspondiente. Sin embargo, la cosa empeoró y, aunque no llegó a atravesar por lo mismo, este retornó con la misma intención al mencionado domicilio.
Fue a los días del primer abuso, que el plomero se apersonó de nuevo y tocó el timbre de la casa, como si nada hubiese pasado. La mujer, al verlo, se asustó por completo y decidió no abrirle la puerta. Estuvieron discutiendo unos minutos, hasta que este se marchó de la zona y no volvió a dar noticias. Ahí es que juntó fuerzas y fue hasta la Comisaría 4ta. de Hudson, donde contó todo lo que había pasado y las autoridades le tomaron el testimonio.
Así las cosas, fue sometida a algunas pruebas psicológicas y el hombre fue imputado por “Abuso sexual”, a la espera de las determinaciones que tome la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIyJ) 8 del Departamento Judicial de Quilmes. Por el momento no se elaboraron detenciones y tanto la damnificada como su círculo cercano esperan que cuanto antes lo pongan tras las rejas para que no vuelva a atacar a otras mujeres.
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