De esta manera, quien fue subcampeón mundial del Atletismo Master de Brasil 2013, pudo aumentar su cosecha de 171 preseas como deportista en salto de vallas y con garrocha.
"Me entreno para hacer podio. Cuando uno está allá arriba es difícil bajar, como la garrocha. Uno siempre quiere superar sus marcas", expresó Sosa, al tiempo que confesó: "Muchas veces practico en la misma pista que deportistas olímpicos y ellos me corrigen. Eso te contagia la juventud y quiero seguirlos, me dan mucho espíritu para continuar".
El veterano siempre fue un deportista nato. Sus inicios fueron como futbolista en su Uruguay natal, aunque con el paso del tiempo se dio cuenta que su fuerte estaba en el atletismo.
"Un vecino me invitó a correr una carrera en Quilmes y al terminarla no quedé satisfecho. Entonces fui a otra competencia, gané, y empecé a estudiar las virtudes y cualidades para los atletas. Investigando me di cuenta que lo mío eran la garrocha y las vallas", recordó.
El uruguayo por nacimiento y berazateguense por adopción, acumula hoy reconocimientos locales e internacionales. Sus entrenamientos se dividen entre la pista de atletismo municipal, donde corre tres veces por semana, y el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD), donde además trabaja como juez y DT.
En esa otra faceta radica su nuevo desafío: "Estoy estudiando para poder ser juez internacional en las pruebas de atletismo en los Juegos Olímpicos de Río. Es mi gran objetivo. Y voy a llevar la bandera de Berazategui".
Sosa llegó desde Uruguay a los 22 años y contó su particular historia: "Estuve un tiempo en Castelar y después me mudé a Berazategui. Soy técnico en hornos industriales y trabajé muchos años en la fábrica Rigolleau, aunque actualmente me dedico a la construcción. Me siento respaldado en mi ciudad porque forjé toda mi vida acá".
'Tengo mi bienestar aquí, mi techo, mi familia, el apoyo de la gente. Siempre llevo nuestra bandera en los podios. Cuando fui a Uruguay pensaba quedarme un tiempo, pero extrañaba Argentina y Berazategui. Es fantástico el apoyo de la gente y por eso necesito venir a entrenar", reconoció el sacrificado veterano, con lágrimas en los ojos.