Para rescatar animales de la calle, recuperarlos y cuidarlos hasta que consigan un hogar, es necesario tener un corazón muy grande, tan grande como el de Sara Godoy, la vecina a la que todos conocen como la “Nicole Neumann” de Florencio Varela, apodo que se gabnó luego de fundar una ONG con la actualmente refugia a 200 perros, a la espera de que sean adoptados por familias que puedan entregarles más amor.
En 2013, cuando la despidieron de su trabajo como empleada administrativa, Sara se propuso no abandonar a sus perros. En ese momento tenía 80 y vivían con ella en una casa ubicada en el centro de Florencio Varela. Fue así que decidió crear una organización no gubernamental, a la que bautizó “La Banda de Sarita”.
La entidad fue un verdadero éxito, a tal punto que la Unidad Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires especializada en maltrato animal comenzó a entregarle algunos canes malheridos, que les quitaban a personas denunciadas para que pudieran recuperarse de sus lesiones a través de las terapias que impulsa Sara. Incluso, la Justicia de Quilmes también le asignó la custodia de perros maltratados o accidentados.
“En un momento alcancé a tener más de 100 perros y los vecinos me denunciaron. Por eso tuve que alquilar un campo, también en Florencio Varela. Ahora tengo alrededor de 200. En estos cuatro años logramos que más de 150 pudieran encontrar un hogar”, expresó con orgullo la presidenta organización.
En diálogo con DIARIO POPULAR, Sara habló de los motivos que la impulsan a dedicar su vida a los animales. “Me marcó de chica, cuando tenía 6 años, la violencia que empleaban las antiguas perreras cuando ‘cazaban’ a los callejeros. Escuchaba que venía el camión y salía a la calle a buscarlos, para meterlos en mi casa”, recordó y, luego, confesó: “Si ahora voy por la calle y veo un perro con sarna, no puedo seguir de largo. Lo tengo que rescatar. Si se cruzó en mi vida, yo creo que es por algo. El verdadero motivo de lo que hago son los sentimientos que me produce. Verlos cómo se recuperan y que después consigan una casa, me hace sentir emoción”.
Consultada por la venta de perros de raza, Sara manifestó una postura muy crítica: “Cuando yo tengo un perro de raza, es más fácil que lo adopten. Si yo mañana rescato un caniche, al otro día vienen 100 personas que lo quieren. Si tengo un perro mestizo del mismo tamaño, apenas me dicen ‘que lindo’. La gente piensa que teniendo un perro de raza tiene un cierto estatus social, por eso pagan hasta 20 mil pesos por un buldog francés. Para mi, todos los perros son iguales, pero creo que aquellos que vivieron un tiempo en la calle infinitamente agradecidos y dan mucho amor. Por eso, yo recomiendo que adopten mestizos, que no los compren”.
Los 200 perros de La Banda de Sarita comen 120 kilos de alimento por día. En el campo de la ONG -donde los animales tienen espacio para correr, un arroyo donde jugar y hasta una pileta para recuperación de huesos fracturados- también conviven un caballo y nueve gatos, entre otros animales.
La tarea que realiza Sara es incansable y altamente costosa, motivo por el cual necesita la colaboración de voluntarios, además de donaciones de alimento balanceado, pipetas, artículos de limpieza, desparasitantes y antibióticos, como así también chapas, postes y alambrado para la construcción de caniles. Quienes puedan y deseen colaborar, deben comunicarse con Sara al 15-6199-7307.