Soldi estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes, pero en 1921 viajó a Europa y se instaló en la Alemania de la posguerra, donde vivió hasta 1923; y de allí viajó a Milán (Italia), donde ingresó en la Academia de Brera y allí se quedó hasta 1932.
En medio del florecimiento de la industria cinematográfica, regresa a la Argentina y obtiene una beca de la Comisión Nacional de Cultura para ir a Estados Unidos, donde consiguió trabajo como escenógrafo de Hollywood, tarea que después desempeñó en infinidad de películas argentinas como A Sangre fría (1947) de Daniel Tynaire, Hay que Educar a Niní (1940) de Luis César Amadori y La Historia de Carlos Gardel (1939), entre otras.
Como artista plástico, se destacó por paisajes, retratos, naturalezas muertas y también como ilustrador de libros de poesía.
Participó en muestras como la Exposición Internacional de París de 1937 y la de Nueva York (1941-1943).
Sus obras basadas en temas religiosos le ganaron un gran prestigio como la gran pintura de la Basílica de la Anunciación de Nazareth, inspirda en la Virgen de Luján, el fresco de la Iglesia de Santa Ana en la localidad bonaerense de Glew; y la que se exhibe en los Museos Vaticanos de Roma, conocida como “La Virgen y el Niño”.
Falleció en Buenos Aires el 21 de abril de 1994.