El 22 de febrero de 1962 nacía en Essendon, Australia, un suburbio de la ciudad de Melbourne, Steve Irwin, el conocido conductor televisivo que se hizo famoso bajo el apodo de “Cazador de Cocodrilos”,
Sus padres, un herpetólogo y una experta en vida silvestre, se mudaron a Queensland cuando Steve era muy pequeño para fundar un parque de reptiles y fauna, que pasó a ser el centro del niño.
Desde los seis años, edad en la que le regalaron una serpiente pitón, Steve comenzó a admirar a estos animales, al punto en que les pidió a sus padres que lo dejaran repartir la comida entre ellos, y a los 9 años cazó su primer cocodrilo, con los conocimientos que le transmitió su padre Bob.
Sin embargo, esta “caza” no era deportiva ni culminaba con la muerte de estos enormes reptiles sino que Irwin los capturaba con el fin de mantenerlos a salvo de los cazadores furtivos; y por eso, a los 30 años ya ostentaba el récord de haber rescatado a más de 100 de ellos.
Ya para ese entonces, el cazador de cocodrilos se había hecho cargo del parque de sus padres, y lo había transformado en el Zoológico de Australia, lugar que atrajo la atención de una ecologista estadounidense llamada Terri Raines, que llegó allí a conocer a Steve y se transformó en su esposa apenas cuatro meses después.
La feliz pareja tuvo dos hijos: Bindi Sue –bautizada así en honor a un cocodrilo de agua salada y a una pequeña perra que había tenido Steve- y Robert Clarence, como su padre.
La luna de miel de Steve y Terri, que no utilizaron jamás anillos de compromiso para no ver “comprometida” su vida al manipular animales, consistió de un viaje por el norte de Australia en busca de cocodrilos, periplo que se transformó en el episodio piloto de “El Cazador de Cocodrilos”, que terminó durando cinco temporadas y lo llevó más allá de ese continente, a recorrer el mundo.
El gran carisma y la pasión por mostrar las maravillas de la fauna y la vida silvestre que Steve destilaba en cada emisión, entusiasmaba a los espectadores, que convirtieron al ciclo en uno de los más exitosos del mundo. Esto se vio coronado cuando el propio Irwin descubrió una especie desconocida de tortuga en una de sus exploraciones y la bautizó “Elseya Irwini”, en referencia a su propio apellido.
Los siguientes años lo vieron metido de lleno en la realización de documentales, e inclusive de una película (The Crocodile Hunter: Collision Course, 2002), sin que por ello haya evitado polemizar con quienes lo acusaron de poner en riesgo la vida de su hijo cuando fu fotografiado alimentando un cocodrilo con el bebé Bob en brazos.
Así transcurrió su vida hasta que el 4 de septiembre de 2006, cuando murió a causa de una picadura de manta raya. Irwin se encontraba filmando dos programas (Las aventuras de Bindi, su hija, y Ocean´s Deadliest) en las costas de Port Douglas (Queensland) y mientras buceaba cerca del animal, éste lo atacó perforando su pecho con la púa, que llegó a su corazón.
Sin que se pudiera hacer nada por salvar su vida, Steve murió allí y, tras la revisión de la grabación –la única filmación del ataque de una manta raya a un humano- ésta fue destruida por expreso deseo de su familia.
El documental Ocean´s Deadliest fue transmitido al año siguiente por Discovery Channel como un homenaje a Irwin y sin siquiera mencionar el terrible hecho que acabó con su vida.
Terri y sus hijos se han dedicado a continuar su labor en el Zoológico de Australia, país en el que se declaró al 15 de septiembre como Día de Steve Irwin.