Como cada embarazo se vive de manera diferente y, sea una primeriza o ya una madre experimentada, nadie escapa a ese cosquilleo que significa saber que una nueva vida se unirá a la familia.
Expertos responden preguntas más frecuentes que se hacen las mujeres que buscan un hijo o ya están esperando.
“El mejor momento para una mujer o una pareja es cuando el deseo se haga presente. La biología no siempre corre paralelo al deseo, es por eso la importancia de la Medicina Reproductiva, para ayudar a esa mujer o para preservar su fertilidad, para que sea madre cuando realmente lo desee”, explica Carlos Carrere, médico especialista en medicina reproductiva.
“En principio, hay que hacer solo consultas de rutina ginecológica, pero si uno tiene en cuenta que la tasa de embarazo espontánea es de alrededor de 20 a 25% por ciclo de búsqueda, si luego de 6 meses, de intentarlo, no hay embarazo, es conveniente una consulta a un especialista”, explica Carrere.
“Tener relaciones sexuales cada 48 ó 72 horas en fecha ovulatoria, hacer reposo en la cama unos 30 minutos, posterior a la eyaculación para evitar efluvio y esperar la liquefacción del semen para que comience a migrar por el moco cervical. No fumar, estar equilibrado en el peso y en la alimentación. Los problemas alimentarios disminuyen las posibilidades de embarazo”, sostiene Carrere.
Los especialistas aseguran que “los excesos o la escasez perjudica, es por eso que la mujer obesa o muy delgada es menos fértil. La alimentación sana, escasa en grasas o evitar alimentos de lento metabolismo hepático”.
Básicamente para no caer en los extremos, que son malos. El bajo peso y el alto acarrean diferentes dificultades. Por ejemplo, la obesidad puede ser un obstáculo a la hora de concebir. Las mujeres con este problema son más susceptibles a desarrollar ciertas condiciones durante el embarazo, como la hipertensión, diabetes o preeclampsia.
Ramiro Quintana, especialista en medicina reproductiva y preservación de la fertilidad, suma: “El peso adecuado es muy importante. Existe evidencia de disminución en las tasas de embarazo por fertilización in vitro en pacientes obesas. El tejido adiposo es activo y en la obesidad se ven alteraciones en el interior del óvulo muy importantes”.
“También se producen un aumento de los radicales libres que dañan la célula y esto afecta a hombres y mujeres. Hoy se le da más importancia a todo esto porque es mayor el conocimiento sobre las diferentes alteraciones metabólicas que en la obesidad actúan ya sea el aumento de insulina, la resistencia insulínica, el aumento de la glucosa y todo afecta al óvulo que luego debe ser fertilizado e implantar un embrión sano para que continúe el embarazo”.
Padres sanos podrán procrear, probablemente, hijos más sanos. Estos factores disminuyen la posibilidad de concretar el embarazo y una vez embarazada estos productos nocivos para la salud interfieren con la calidad de las gametas. Tanto óvulos como espermatozoide se ven afectados negativamente con el consumo.