Seguramente no debe haber “reto” más repetido por madres y maestros a los pequeños que éste. Si bien parece algo inocente, la onicofagia tiene consecuencias muy serias en quienes la padecen, desde deformidades en los dedos a heridas internas en esófago o estómago. Pero a no desesperar, tiene cura.

La definición médica de la onicofagia es: hábito compulsivo de comerse las uñas. Las personas nerviosas están más predispuestas. Tal vez esta sea la clave.

Con el constante mordisqueo, el borde libre (no pegado) desaparece y la uña se sumerge en el lecho ungueal (la parte "pegada" de uña y piel). Su reiteración en el tiempo provoca lesiones varias, como la inflamación y elevación de los bordes laterales o incluso formaciones verrugosas secundarias que deforman la cutícula. Los hábitos de morderse las uñas más agresivos pueden provocar hemorragias subungueales y pérdida de tiras ungueales, que pueden dejar espolones ungueales residuales o conllevar la pérdida de toda la uña.

Los desperfectos a nivel de los pliegues ungueales, como son las cutículas y padastros, pueden manifestarse en inflamación aguda del tejido celular de los dedos, con exacerbaciones infecciosas agudas y llegar a provocar "quistes mucosos" En los casos severos se produce un deterioro de la placa ungueal y la formación de cicatrices locales con deformación de toda la uña y aún anomalías de la matriz (esa zona más clara en la base de la uña).

Es posible que las uñas al crecer progresen sobre un lecho ungueal dañado por las mordeduras, provocando inflamaciones, tumefacciones, y lesiones sin cicatrizar que pueden dar lugar a manifestaciones de dolores intensos.

Más consecuencias
Las uñas mordidas y posteriormente ingeridas pueden "clavarse" en la faringe y producir reacciones inflamatorias. También pueden aspirarse y pasar al árbol bronquial favoreciendo sobre infecciones o diversas complicaciones en el tejido pulmonar. Pero lo más habitual es que pasen al tubo digestivo y acaben mezclándose con las heces al final del trayecto dada la imposibilidad de digerir el resto ungueal, provocando muy serias heridas en el colon.

Las uñas son herramientas que se nos han brindado para facilitarnos la tarea de recoger cosas, abrir objetos, así como proteger de agresiones externas el extremo de los dedos. Un dedo sin uñas es un dedo amputado que no puede desempeñar todas sus funciones como es debido. Igualmente morderse las uñas desde temprana edad puede provocar cuando esta es intensa y se prolonga en el tiempo hipertrofia de los tejidos adyacentes, contribuir a alterar la proporción entre anchura y longitud de la uña, retroceder la raíz ungueal del borde libre y llevar a graves alteraciones en la estética dental y bucal.

Causas psicológicas:
Estados obsesivos, compulsivos, agresividad o como forma de calmar momentos de nervios, ansiedad , angustia etc. Cualquiera de estos estados puede desencadenar inconscientemente y de una manera frenética un impulso de comerse las uñas. El estrés, dificultades para resolver problemas cotidianos que sean sociales, laborales o escolares (exámenes) son causas frecuentes que pueden desarrollar un complejo que lleva a una persona a comerse las uñas.  

Es difícil agrupar en un mismo patrón a la cantidad de personas que sufren este mal hábito por causas psicosomáticas. Pero en los casos muy severos en formas más conscientes de lesiones autoinfligidas, se pueden enumerar algunos de los rasgos distintivos que pueden favorecer actitudes negativas y influir emocionalmente en el comportamiento del sujeto durante la niñez, adolescencia y hasta la edad adulta. Por ejemplo: Cambios dramáticos en la unidad familiar, no asumir la pérdida de un ser querido, violencias y disputas domesticas reiteradas ante el sujeto, divorcios y separaciones de los padres, rechazo a los padrastros o madrastras, rechazo a la incorporación en la familia a nuevos hermanos y hermanas, malos tratos y humillaciones, presión por los estudios en el ambiente familiar o escolar, y un sin fin de otras causas. Pero en la mayoría de estas causas las frustraciones acumuladas, la timidez y la baja autoestima son rasgos significativos que llevan al sujeto a morderse las uñas. Desaparecerá esta manía cuando se adquiere confianza y seguridad en el área familiar, escolar.

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