Casi desde que los registros de población existen, allá por el año 1500,
las cifras indican que las mujeres viven entre cinco y diez años más
que los hombres. Incluso cuando dar a luz suponía todo un riesgo por las
malas condiciones higiénicas y sanitarias, la longevidad femenina era
superior.
Hoy en día, sólo allí donde la discriminación sexual es algo rutinario, como en la India o Pakistán, donde viven menos tiempo. Sin embargo, las razones de este fenómeno no están del todo claras y los científicos apuntan a varias posibilidades.
Los discípulos de Darwin consideran que la naturaleza otorga a las mujeres “puntos extra” por la sencilla razón de que ellas son quienes deben asegurar la supervivencia de la especie.
Desde este punto de vista , la longevidad femenina es más necesaria que la masculina y, de hecho, en todas las especies animales, las hembras tienen mayor esperanza de vida.
La “culpable” de que los varones se suiciden cinco veces más que las mujeres y sean víctimas de accidentes de tráfico o muertes violentas más a menudo es la testosterona. Esta hormona masculina lleva a niños y hombres a ejercer grandes niveles de actividad física, agresividad y competitividad que acortan sus expectativas de vida.
Al margen de que los factores sociales se alíen con las hormonas y confieran a los hombres mayores tasas de ocupación en empleos de riesgo, la testosterona también eleva los niveles de colesterol malo en sangre que aumenta sus posibilidades de padecer una cardiopatía o un infarto cerebrovascular.
Por el contrario, los estrógenos, hormonas femeninas, elevan el colesterol bueno y existen ensayos que aseguran que estas sustancias ejercen un cierto efecto protector sobre su corazón, de manera que mientras “ellos” experimentan un brusco aumento del riesgo de infarto a partir de los 40 años, en “ellas” este fenómeno no tiene lugar hasta después de la menopausia.
Cromosoma X, cromosoma Y Mientras las mujeres tienen dos cromosomas X, los hombres tienen un solo cromosoma X y otro Y, lo que quiere decir que si uno de ellos sufre algún tipo de daño, los varones carecen de capacidad para sustituir sus funciones.
Esto les convierte en más vulnerables a varias enfermedades, como es el caso de la hemofilia, provocada por mutaciones en el cromosoma del género.
Las mujeres, por el contrario, pueden contar con el otro cromosoma para suplir sus funciones. Esta diferencia se descubrió aún más fundamental cuando en 1985 se descubrió la existencia de un gen fundamental para la reparación de errores genéticos en el cromosoma X.
Según estudios geriátricos, la menopausia protege a las mujeres de la posibilidad de tener hijos a una determinada edad, mientras les otorga la oportunidad de ver crecer a sus hijos y nietos .
A medio camino entre la biología y la teoría de la evolución, esta corriente de pensamiento, iniciada en 1957 por George Williams, define que la menopausia evolucionó como una respuesta a todo el tiempo que las jóvenes mujeres dependen de los adultos para sobrevivir.
El corazón de la mujer aguanta más Se trata de una de las teorías más recientes, cuya demostración acaban de publicar científicos del Reino Unido. Ellos sostienen que el corazón de un varón de 70 años representa la edad que tienen, mientras que en el caso de las mujeres su órgano cardíaco se parece a esa misma edad al de una joven de 20 años.
Aunque parezca sorprendente, los científicos aseguran que el órgano masculino sufre un descenso del 25 por ciento de su capacidad entre los 18 y 70 años. Un fenómeno que no tiene lugar en el organismo femenino.
La esperanza de vida es mayor cuanto más ha vivido la persona, ya que eso quiere decir que se han superado las enfermedades que causan la muerte a edades inferiores.
La mujer, siempre más Parece un hecho indiscutible que, en la especie humana, como en muchas otras, las mujeres viven más tiempo que los varones. Se estima que el género femenino sobrevive seis años más que el masculino.
80 años es la expectativa de vida en las mujeres según un estudio científico de genética, mientras que en los hombres es de 75. Por supuesto que estas estadísticas están sujetas a muchas posibilidades.
¿Quién es más fuerte? El exceso de mortalidad de los varones se explica por la mayor vulnerabilidad a numerosas enfermedades. Los hombres mueren antes que las mujeres por arteriosclerosis, suicidios, accidentes y cirrosis hepática.