Luego de que se conociera el caso de una delincuente que fue abatida por efectivos de la Policía de la Ciudad al haber intentado robar en un colectivo, especialistas indicaron que se producen 2.300 robos diarios en el transporte público, con el objetivo de llevarse celulares, billeteras, carteras y otros objetos personales, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Fuentes judiciales indicaron a Diario Popular que la cifra de robos en colectivos, subtes y trenes del presente mes de junio es similar a la que se registró durante mayo, y se destaca que el 70% de los robos en el transporte público fueron de celulares, mientras que el restante 30% se reparte con otros objetos que se suelen transportar a diario.
Al respecto de esta situación, el licenciado en Seguridad Pública, Luis Vicat, aseguró que estos robos se dan en el transporte público a través del método conocido como "pungueo" o mediante "arrebatos".
"El arrebato se da mucho en el transporte público, se ve mucho en el subte y en el colectivo. Hacen el ‘salto del chivo’, es decir, esos que pegan el salto y se apoyan en la moldura del costado del colectivo y pegan el manotazo, arrebatándole así el celular a la persona que viene sentada con la ventanilla abierta", señaló el especialista, quién además advirtió que "en los colectivos generalmente se da porque hay una obligación todavía, por el tema de la pandemia, de que las ventanillas permanezcan abiertas".
Sobre esa misma línea, Vicat le explicó a Diario Popular que "hay una metodología que es la del arrebato, es decir, cuando el delincuente está en la cola que va a subir por la parte delantera, hace el arrebato y sale corriendo".
No obstante, señaló que esa no es la única forma en la que los delincuentes se las ingenian para llevar a cabo los robos, sino que también implementan otro mecanismo que "es ponerse en la parte del medio del colectivo, donde está la doble puerta, o en la parte trasera donde se baja, y allí se arrebatan los celulares de las personas que están ahí".
Asimismo, precisó que "de estos robos, entre un 5% y 10% son con violencia, ya que se producen, generalmente, en los colectivos de línea durante la madrugada". "Muchas veces también se ataca al chófer, se los mutila, entre otras cosas", afirmó Vicat, quien indicó que, "inclusive, en algunos casos han habido casos de abusos sexuales, llevando a las pasajeras a un descampado y luego se abandona el lugar".
"Está la rama del robo diurno, que se asimila mucho al pungueo, en donde te roban sin violencia o te cortan el bolsillo o la cartera. Luego está la segunda etapa que es el robo violento, con toma o no de la unidad, pero que se hace a mano armada; es el más peligroso pero no el más numeroso, su proporción es del 10% aproximadamente, y que es en el que se le roba a todos los pasajeros de la unidad", añadió el especialista.
En tanto, diferenció a las víctimas de los robos diurnos y nocturnos. "Yo los calificaría como víctima única, que generalmente se dan durante el día y que es elegida para ser robada, y víctimas múltiples, que son los que se suelen dar de madrugada, a mano armada y con mucha violencia", aseveró.
"Este tipo de robos terminan manejando un negocio que es millonario, no será como el de los motochorros pero anda muy cerca de eso, es una industria. Después tenés todos los subproductos de estás industrias, que en el caso de los robos violentos, a veces terminan usando lo recaudado para terminar comprando droga. En cambio, en el caso de los robos diurnos, con uno más pungas, roban para vender posteriormente", sentenció Vicat.