La Berlanga es un antiguo juego de azar, de barajas francesas. Por su sencillez tuvo una gran expansión en Francia a partir del siglo XVI y se convirtió en uno de los juegos preferidos por los aficionados al juego. Lo ideal es juntar entre tres y cinco participantes, aunque puede haber un número mayor. El objetivo es conseguir un trío de cartas del mismo valor.
Hagan sus apuestas y ¡a jugar! Se juega con la baraja francesa de 32 cartas. Deben retirarse del mazo las cartas con los números: doce, tres, cuatro, cinco y seises. Se trata de un juego en el que sólo interesa conseguir un trío o berlanga. El trío de valets (o “la favorita”) es la mejor jugada, seguida por el resto de tríos en su orden habitual de mayor a menor.
El orden de los tríos es el siguiente: trío de valets (V) o la favorita; de ases; de reyes (R); de damas (D); de 10; de 9; de 8; de 7.
Sólo existe una jugada en la berlanga, que precisamente da nombre al juego: la berlanga o trÍo. Al inicio de la partida se sortea quién dará las cartas en primer lugar.
El turno irá pasando de jugador en jugador siguiendo la dirección en que se den las cartas. Es indiferente que se haga de derecha a izquierda o de izquierda a derecha. Se acuerda el valor de la puesta, que cada jugador colocará en un plato en el centro de la mesa en cada reparto de cartas. El valor de estas apuestas será ganado por el primero que obtenga un trío. De conseguirlos dos en la misma jugada, ganará el trío de más valor.
Berlanga es el trío de cartas del mismo valor. Favorita es la berlanga de valets, que constituye la jugada de mayor valor. Ligar es combinar las cartas de la mano formando un trío o berlanga.
Se puede jugar, según se establezca, al primer toque o con descarte. Jugar al primer toque es simplemente jugar sin descarte. Los participantes se limitan a apostar antes del reparto. Si sus tres cartas forman el trío de mayor valor, ganan. Si ningún jugador tiene trío, se recogen las cartas, pasa el turno de repartir y se repite la puesta sobre la anterior para iniciar una nueva jugada.
Con descarte es cuando, si ningún jugador tiene trío tras el primer reparto, cada uno de ellos se descarta de una, dos o tres cartas según estime conveniente y se procede a un nuevo reparto. A veces, para recibir cartas en este segundo reparto, se acuerda otra puesta que puede ser del mismo valor que la primera o inferior. Si tras el segundo reparto ningún jugador consigue trío, se recogen las cartas y se continúa como en el caso del juego al primer toque.
Por último, y más allá de nuestra propuesta, cuenta la historia que casi todas las casas de Berlanga que existieron en Francia, fueron clausuradas durante el Directorio (penúltima forma de gobierno adoptada por la Primera República Francesa, a fines del siglo XVIII) para evitar los excesos de dichos jugadores, también llamados tahúres.i