El nombre de los días de la semana deviene de los siete planetas conocidos en la antigüedad, pero lo que pocos saben es por qué su secuencia no guarda relación con el orden en que se encuentran en el espacio. ¿Qué hizo que al martes (Marte) le siguiera el miércoles (Mercurio), cuando lo correcto hubiese sido que le siguiera el viernes (Venus), ya que este planeta está entre medio? ¿Qué determinó que al viernes le siga el sábado (Saturno) siendo que este planeta es el más alejado y Venus el más cercano a la Tierra?
La culpa la tuvieron los caldeos, pueblo semita cuya cultura -originada en el siglo XXI A.C. en las orillas del Eufrates, donde hoy es Irak- sobrevivió incluso a los fantásticos jardines colgantes de su capital, Babilonia. Los caldeos llamaban planeta a todo cuerpo que, a diferencia de las constelaciones, se moviera en el cielo -lo cual incluía al Sol y la Luna- y calculaban su distancia de acuerdo al mayor o menor tiempo que tardaban en dar la vuelta.
Saturno era el más moroso y por lo tanto lo tuvieron como el más alejado; en orden de acercamiento a la Tierra, le seguían Júpiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio y Luna. Obviamente, como en esa época no había telescopio, nada sabían acerca de Urano, Neptuno y Plutón, lo que hizo que la semana caldea no tuviera diez días, como la de los griegos y romanos, aunque esto último fue por otros motivos.
LOS ASTROS GUIAN
Saturno, Júpiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio y Luna dieron nombre a los días de la semana: sábado, jueves, martes, domingo, viernes, miércoles y lunes, respectivamente. Pero su secuencia dentro de la semana es diferente: domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado. ¿Por qué? Ocurre que el orden no es astronómico sino astrológico.
Los caldeos consideraban que cada hora del día era regida por un planeta y le daban a ese día el nombre del que regía la primera hora a partir de la salida del Sol. Por ejemplo, si el planeta regente de la primera hora era Venus, le llamaban viernes, día para el amor; si era Saturno, sábado, día para la meditación; si era Marte, martes, día para la guerra. Y a partir de esa primera hora, aplicaban a las restantes el regente que le seguía en orden al acercamiento a la Tierra, hasta completar las 24 horas.
Si tomamos como ejemplo a Venus, regente de la primera hora del viernes, tenemos que le sigue Mercurio, que por tanto regirá la segunda hora de ese viernes; la tercera, lo será por la Luna; la cuarta por Saturno; la quinta por Júpiter; la sexta por Marte; la séptima por el Sol; y así sucesivamente. Al finalizar el viernes, encontramos que la hora 24 es regida por la Luna. ¿Y cuál es el planeta que le sigue a la Luna? Saturno (que le da nombre al sábado) y que será por tanto el regente del día siguiente del viernes, que no por casualidad se llama sábado.
LAS 24 HORAS
Si uno se toma el trabajo de hacer la serie de los regentes de las 24 horas del sábado, empezando lógicamente por Saturno, que le da el nombre, verá que culmina con Marte en la hora 24. ¿Qué le sigue a Marte en el ordenamiento caldeo? El Sol, que es regente del domingo, día inmediato al sábado. A su vez, la última hora del domingo corresponde a Mercurio, lo que significa que la primera del día siguiente deberá ser regida por la Luna. Y el caso es que al domingo le sigue el lunes.
La serie del lunes culmina con Júpiter, por lo que el regente de la primera hora del día siguiente será Marte, que le da nombre al martes; y éste termina en Venus, por lo que la primera hora del día siguiente será Mercurio, que significa miércoles. Este termina con Saturno, por lo que la primera hora del día siguiente será regida por Júpiter, que le da nombre al jueves; el que a su vez termina con el Sol, por lo que la primera hora del día siguiente será Venus, con lo que llegamos al viernes del cual partimos. Aunque parezca un galimatías, el orden es perfecto.