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El juego de las bochas es antiquísimo, tanto que una de las mayores sorpresas que tuvieron los arqueólogos cuando descifraron escrituras y jeroglíficos egipcios, fue descubrir su remoto origen, ya que 5.200 años antes de la Era Cristiana se practicaba un juego similar, con bolas de madera.
El origen de las bochas se remonta a más de 5 mil años, aunque,por supuesto, se jugaba en forma rudimentaria, sin reglamentos ni complicaciones como ha llegado hoy en día.
Ya en la Edad Media se había difundido en toda Europa, no sólo en claustros y castillos, sino también sobre todo terreno libre, que devino en campo de contiendas entre participantes. Tal fue el entusiasmo y la popularidad que alcanzó, que muchos príncipes por entonces, lo prohibieron, porque sus huestes se apartaban de los ejercicios habituales para la defensa de sus fortalezas.
Dos famosos médicos griegos: Hipócrates y Galeno, aconsejaban su práctica como ejercicio vigorizador. Luego se extendió a los romanos. El propio Augusto, el primero y uno de sus más grandes emperadores, muerto a comienzos del primer milenio (DC) fue un apasionado cultor del mismo. Lo que se llamaría hoy, "un entusiasta bochófilo".
Ya llegando a la Era Moderna, los reyes Enrique IV y Enrique VIII, fueron destacados bochófilos, prohibiéndoles a sus pueblos, curiosamente, su práctica.
El famoso corsario Francis Drake llevó este juego durante las incursiones que realizó a Nueva Zelanda, Australia y la India. Se dice que en cierta ocasión fue advertido por los marineros, de que estaba acercándose la invencible armada española, mientras jugaba a las bochas. El capitán Drake, tranquilamente contestó: "Nos queda tiempo para ganar el partido y enseguida enfrentar a los españoles". No se puede garantizar quién fue el vencedor del partido, pero, seguramente conquistó la batalla naval.
Y pasando a Francia, la Facultad de Medicina de Montpellier, se preocupó de recordar a los soberanos de ese país, que el juego de bochas era un remedio óptimo para el reumatismo, por el movimiento que generaba en las articulaciones y por lo tanto no debía ser vedado.
El juego de bochas llegó a América de la mano de los primeros inmigrantes, sobre todo italianos. Según las crónicas de la época, mencionan que data de mediados del Siglo XVIII, pero que desde ese momento figuraba como un juego de azar. Tuvo rápida aceptación entre la gente del campo y suburbios de las incipientes poblaciones, cultivándose en lugares de diversión, tales como cantinas y boliches.
A partir del año 1900, el juego de bochas se fue organizando en plan deportivo. Para ello se comenzaron a escribir normas para reglamentarlo y se fueron fundando federaciones.
El 1º de marzo de 1929 se fundó la Federación Argentina de Bochas en la Capital Federal y fue la que reglamentó el juego. Se abocó su presidente a introducirlo en los clubes como deporte y en poco tiempo se construyeron canchas cubiertas con las medidas adecuadas.
Actualmente, en todo el país, no existe club, por más pequeño que sea, que no posea su canchita propia. Lo practican unas 200 mil personas, de las cuales 50 mil se encuentran federadas en 1.600 clubes.
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