En el corazón del barrio de Piñeyro, Avellaneda, nacieron las cooperativas Lavalán de lavado de lanas tras la crisis de 2001, y la Gráfica 22 de Mayo, en 2011, que mantuvieron las fuentes de trabajo con mucho esfuerzo pero que se volvieron a complicar ya que la primera de ellas está al 20 por ciento de la producción posible y en la gráfica, al 50. La suba de tarifas hizo el resto para llegar a un momento de incertidumbre.
En Lavalán continúan 15 de los 23 trabajadores que arrancaron allá por diciembre de 2001, cuando los dueños de los ex lavaderos El Triunfo se declararon en quiebra. En la Cooperativa Gráfica 22 de Mayo son 10 los socios de los 33 iniciales de 2011 cuando quebró Lacabril.
Según los trabajadores de Lavalán - sita en Conesa al 1700-, “no entra el trabajo de antes, estamos muy angustiados, sentimos mucha impotencia, nosotros estamos tratando de subsistir, pero hay muchos que ya cerraron. Antes de 2015, estábamos al 60 por ciento, hoy al 20 de nuestra capacidad”.
En el caso de Gráfica 22 de Mayo que funciona en avenida Rivadavia 578, aseguran que están trabajando la mitad que tiempo atrás. “Lo que antes hacíamos de una semana para otra por la cantidad de pedidos, hoy lo hacemos en el día”, describió Carlos Quintana, su titular.
A la hora de buscar las razones de lo que está pasando, desde Lavalán dijeron que “este año tuvimos todos los aumentos de tarifas, la luz y el agua vienen igual aunque no tengamos trabajo, se paga un poco menos pero hay que pagar sino te cortan el servicio. Nosotros pasamos de 10 a 60 mil pesos de luz, y cuando no trabajamos pagamos 30 mil”.
“Estábamos en un nivel bastante bueno, nuestra materia prima la pagamos en dólares y el dólar está aumentando. De luz pagamos 12 mil pesos cuando pagábamos antes 2 mil pesos. Eso sale de los bolsillos de los trabajadores”, analizó desde la gráfica Carlos Quintana.