El Súper TC 2000 tuvo una visita muy especial el fin de semana, ya que un grupo de jóvenes de la pensión de Independiente se acercó para hacer una salida guiada, de las tantas que tienen programadas, a pedido de su coordinador, Fernando Langenauer, quien destacó la importancia de que los chicos de inferiores “se nutran del sacrificio de otros deportes”.
El Autódromo de Buenos Aires fue el escenario para la primera cita del año de la categoría más tecnológica del país y un grupo de cuarta, quinta y sexta se presentó para saludar a los corredores, dialogar con los periodistas y conocer más sobre una actividad que mucha veces es autogestionada, a diferencia del fútbol.
“La premisa es que los domingos los chicos salgan a recorrer otros deportes y vean cómo se trabaja, qué hacen otros chicos de su edad, por ejemplo, arriba de un auto de carrera. Son experiencias muy buenas”, remarcó Languenauer en rueda de prensa.
Por su parte, “El Sureño” recurrió a la palabra de tres juveniles, que se mostraron sorprendidos con la movilización logística de la categoría: “Me atrae la velocidad, me atraen mucho los autos. Siempre me gustó el Gurí Martínez y nunca lo pude ver, pero en general siempre miro carreras”, dijo Benjamin Chaparro, el ocho de la quinta división.
Al tiempo, el enganche de la sexta Lucas González admitió que si bien lo suyo no es el automovilismo, se sintió intrigado por el movimiento que genera la divisional: “Es muy lindo todo, los autos, la organización”.
Por último, el arquero Francisco Otero, de la sexta, remató: “No tenía empatía con el automovilismo, pero viendo el deporte del cual mi papá es fanático, valoro mucho más todo. Sobre todo a Matías Rossi”.
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