L a huerta es una fiesta de alimentos sanos es el refrán de Josué Siciliano, técnico de la agencia San Vicente del INTA-AMBA y del Programa Prohuerta (Ministerio de Salud y Desarrollo Social dela Nación), que brinda asesoramiento, cursos y talleres en los distritos de Almirante Brown y Presidente Perón.
Tomates, berenjenas, zapallitos, morrones, choclos, están en la huerta al alcance de la mano. Digna cosecha luego de un arduo trabajo en la huerta browniana y del municipio vecino.
Según el informe, “allí el esfuerzo se abraza la mejor recompensa de alimentos sanos, nutritivos y de gran calidad”.
Josué, destaca el orgullo de “los vecinos quienes aprenden en los talleres que dictamos en sus barrios y logran producir con la semillas del programa sus propias huertas orgánicas para obtener alimentos frescos para su familia”.
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Para lograr tan buenos rindes es clave apoyarse en los principios de la agricultura orgánica desde donde se destacan, además, valores sociales y una gran eficacia para la incorporación en la dieta de alimentos frescos en los hogares como una manera de mejorar y diversificar la alimentación.
Los huerteros coinciden que “llegar a ver estos frutos en la huerta es algo maravilloso”. Y destacan el asesoramiento, los cursos y talleres que les brinda la institución. Valores y respetos Es en esta línea de acción que Siciliano remarca el modelo del “manejo agroecológico valorando y respetando la diversidad cultural y biológica a través del abordaje de la fertilización del suelo asociación de plantas, rotación de cultivos, abonos orgánicos, plantas aromáticas, uso natural manejo de plagas y enfermedades”.
Durante 2018 se avanzó en la confección de un mapa de las huertas comunitarias que están diseminadas en la zona para que la comunidad se acerque y se referencie.
Por su parte, Leonardo Davies, jefe de la agencia San Vicente del INTA-AMBA, indicó que esos encuentros “generan intercambio y aprendizaje continuo; tienen una gran importancia que podamos alimentarnos con verdura cosechadas en casa”.
Acaso, como síntesis de esa tarea que se reflejará en las nuevas generaciones, dice que “bien valen esos versos de la premio Nobel de literatura Gabriela Mistral quien en su poema Huerta detalló: Chiquito, yo fui huertera. Este amor me dio la mama. Nos íbamos por el campo por frutas o hierbas que sanan. Yo le preguntaba andando por árboles y por matas y ella se los conocía, con virtudes y con mañas”.
“Las huertas son productivas y valiosas ya que permiten acceder a vitaminas y minerales de calidad así como generar un ahorro en las economías familiares”, define Adriano De Liberto, técnico del INTA regional y agrega: “Son imprescindibles para la producción de alimentos para el auto consumo familiar y comunitario defendiendo la seguridad y soberanía alimentaria local”.
En esta línea, señaló también el valor de las plantas aromáticas y las especias como “gran aliadas en la huerta y en nutrición ya que poseen gran parte de sus propiedades en los aceites esenciales de las hojas”.