Sin duda, es la provincia "más visitada" por las páginas escolares. Fue, tradicionalmente, la tierra que nos proveía el azúcar, la cuna de la Independencia y escenario de batallas esenciales y hoy, entre otras cosas, un polo turístico que ofrece una belleza extraordinaria.

Lo aprendimos en la escuela primaria: La casa de Tucumán fue la cuna de la Independencia. Y así empezamos a saber del Jardín de la República. Pura historia, pero también una gran belleza.

A pocos metros hacia el sur de Plaza Independencia, en el centro de la ciudad, se encuentra la Casa Histórica de la Independencia, casona del Siglo XVIII que perteneció a Doña Francisca Bazán de Laguna; allí funcionó el Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata que declaró la Independencia Nacional el 9 de Julio de 1816.

Hoy se conserva en su estado original el ‘Salón de la Jura’ ya que la Casa fue objeto de varias modificaciones que llegaron a la demolición del resto del inmueble en 1882. En los años cuarenta el edificio fue reconstruido bajo la dirección del arquitecto Mario Buschiazzo quien realizó trabajos de arqueología histórica y utilizó fotografías que había tomado Angel Paganelli hacia 1870 cuando aún la fachada y el primer patio conservaban su estado original. En 1903 se incorporaron en un nuevo patio que se anexó hacia el oeste, dos altorrelieves de la escultora Lola Mora que representan hechos clave de la historia argentina: el 25 de Mayo de 1810 y el 9 de Julio de 1816. La Casa es Monumento Histórico Nacional desde 1941.

Historia es lo que le sobra: la primera fundación de San Miguel de Tucumán se produjo en el año 1565 en el llamado sitio de Ibatín, cercano a la actual ciudad de Monteros y su traslado al sitio de La Toma muy cerca del cauce del Río Salí, se realizó en 1685. La traza fundacional respondía al esquema difundido en Hispanoamérica en los siglos XVI y XVIII consistente en un damero regular que en Ibatín fue de 7x7 manzanas y en La Toma se amplió a 9x 9 con la plaza en el centro, calles de 12 varas (una vara mide 0,86.6 centímetros) y calles de ronda de 24 varas. En su perímetro se localizaron las funciones públicas -el Cabildo- y las religiosas- iglesia Matriz e iglesia y Convento de los jesuitas- así como las viviendas y el comercio de mayor jerarquía.

Hacia 1850 la ciudad había desbordado en parten el trazado inicial y en los años 70 se propuso su ampliación y nuevos límites para este trazado que se materializaron en los boulevares, hoy avenidas centrales. En esos años 70 llegó el ferrocarril a la Ciudad de Tucumán y para la construcción de las estaciones en los cuatro rumbos, se previeron terrenos periféricos a la planta urbana.

A fines del siglo XIX se había construido el ‘cinturón de hierro’ del cual la ciudad no ha podido desprenderse aún. La inmigración de españoles, árabes, judíos e italianos que se asentó en la región tuvo gran incidencia en la arquitectura que fue dejando de lado el estilo colonial y construyendo el neoclasicismo, eclecticismo, pintoresquismo en su reemplazo.

Aparecen en esta nota:

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2021-110619619-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados