VIBRO RIVER CON LA FIEBRE DE LOS STONES

Los Rolling Stones, la más grande banda de rock and roll viva, concretó ayer a la noche una nueva ceremonia en la Argentina -”una patria stone”-, ante un enfervorizado público compuesto por 65 mil personas que se dieron cita en el estadio de River Plate. Con una puesta en escena realmente espectacular, en la que el escenario de 60 metros de ancho, 30 de fondo y 25 de altura se destacó junto a las más de 700 luces y un sistema de sonido de 100 mil watts, lograron una escucha excelente para la audiencia. Un atlético Mick Jagger junto a unos exultantes Keith Richards y Ron Wood y al siempre sobrio Charlie Watts, se apoderaron del escenario, a las 22, con el tema “Jumpin Jack Flash”. El repertorio elegido para el recital en Buenos Aires incluyó clásicos como “Jumpin Jack Flash”, “It’s only Rock and Roll”, “Tumbling Dice”, “Miss You” y “This Place is Empaty”, uno de los temas del nuevo disco “A Bigger Band”. También el público se estremeció con “Warren Abaut You”, “Oh no, otra vez Tú” y “Start Me Up”. Ante un intenso griterío del público, los Rolling continuaron su primer show -el otro será el jueves 23- con “It’s only Rock and Roll”, y además interpretaron éxitos como “Wild Horses”, “Tumbling Dice” y “She Is So Cold”, entre otros. Para los bises, el grupo eligió el legendario rock “Brown Suggar” y el emblemático “Satisfaction”. Todo un showman El show de los Rolling Stones mostró a un Mick Jagger muy comunicativo con el público. En un momento, dijo “pasaron ocho años y los extrañamos mucho ¿Ustedes están igual?”. Luego se refirió al próximo Mundial de fútbol. “Se viene el mundial, ¿quién va a ganar? Simpático y divertido, Jagger hizo participar al público del espectáculo y confirmó que arriba del escenario es un verdadero showman. Vestido con un saco rojo, el cantante y el resto del grupo pudieron ser apreciados por todo el público desde la pantalla gigante ubicada en el centro y que era del tamaño del escenario. Por su parte, el público festejó todo lo que hizo y dijo Jagger, quien los hizo cantar y participar. Delirio El show contó con un imponente escenario de 60 metros de boca, 30 metros de fondo y 25 metros altura, el cual además tuvo el ya habitual “B Stage” o escenario secundario, que en esta oportunidad tomó la forma de una “lengua” y se extendió por delante del principal. Ese escenario comenzó a moverse cerca de las 23:00, trasladando a las mega estrellas en la dirección del público, para delirio de todos los fanáticos. Allí arriba, los Rolling deleitaron a los espectadores con el hit “Start me up”, e iniciaron el clásico movimiento de revolear sus remeras en círculos por arriba de la cabeza, acto que imitó todo el estadio. En el escenario también podía verse una enorme pantalla de alta definición de 18 por 12 metros y durante todo el show hubo cuatro torres de sonido que le dieron una gran potencia al concierto.