Según la doctora Laura Maffei, endocrinóloga (MN 62441), directora del Centro Médico que lleva su nombre, la exposición solar genera mayor sudoración y por consiguiente mayor producción de sebo; a su vez, indica que pese a la creencia de que el sol mejora la apariencia del cutis, en verdad resulta contraproducente ya que luego de la sequedad inicial puede producirse una reversión del estado traducida en una explosión de puntos negros y espinillas.
El conocido acné se define como una enfermedad cutánea que afecta principalmente a un órgano llamado folículo pilosebáceo, compuesto por el vello y la glándula sebácea productora de la grasa que recubre la piel.
"Esta patología es muy usual entre los adolescentes ya que se desarrolla frecuentemente durante la pubertad", comenta Maffei. En esta etapa los niveles hormonales aumentan y generan un incremento del tamaño y actividad de las glándulas sebáceas. De esta forma, la grasa producida se deposita en la piel causando la obstrucción de los poros. Estas condiciones dan lugar a la creación de bacterias que irritan aún más la dermis y dan lugar a puntos negros, blancos o granos que pueden incorporar pus o no según el grado de la infección.
La especialista en endocrinología sostiene que si bien existen diversas causas de su aparición (alimentación desequilibrada y rica en grasas, tabaquismo y estrés) cuando se presenta en la mujer adulta puede ser indicio de un trastorno hormonal denominado Síndrome Hiperandrogénico, que es tratable siempre y cuando sea diagnosticado y tratado por un profesional.
"Este síndrome representa una de las alteraciones endócrinas más comunes en mujeres en edad reproductiva y se caracteriza por un exceso de andrógenos (hormonas sexuales masculinas), entre las que se destacan la testosterona, la androstenediona y la dehidroandorsterona sulfato", explica la doctorara Maffei.
La presencia excesiva de este tipo de hormonas puede ser causante tanto de acné y aumento de la grasitud en la piel, como de otras patologías entre las que se encuentran el hirsutismo, que es el crecimiento excesivo de vello en zonas masculinas como el mentón, cuello, abdomen y alrededor del pezón; alopecia, definido como la pérdida anormal del pelo; trastornos del ciclo menstrual y disfunción ovulatoria, señala. Una de las disfunciones más frecuentes asociada al hiperandrogenismo es el Síndrome de Ovario Poliquístico.
"Los casos más extremos de masculinización con cambios en la voz, obesidad abdominal y alopecia masculina pueden deberse a causas tumorales que serán evaluadas por el médico endocrinólogo", indica.
De esta forma, se evidencia que a través de una manifestación plenamente estética como es la presencia de acné en el rostro se puede dilucidar uno de los trastornos hormonales femeninos más frecuentes que puede afectar distintos aspectos de la salud si no es diagnosticado y tratado de la manera debida.
Por último, la doctora Maffei recomienda que para el diagnóstico certero y a tiempo, y el tratamiento de esta disfunción es indispensable consultar a un endocrinólogo, quien indicará estudios de laboratorio para detectar desequilibrios en el nivel de hormonas androgénicas. Y en caso positivo, formulará un tratamiento personalizado para corregirlo y controlar tanto el acné como los demás signos de este trastorno.
Siempre protegidosUtilizar protector solar en cada ocasión de exposición y un gel post solar o crema humectante para mantener la piel hidratada. La consulta dermatológica es importante para evaluar el tipo de crema a indicar.
¿Cualquiera sirve?Consultar antes de utilizar un producto contra el acné. Existen diferentes geles, pastillas y lociones que -si no son los adecuados- pueden irritar y lastimar la piel desmejorando aún más su apariencia.
El sol no es un aliado de la piel y no cura el acné. Si bien mejora momentánea y superficialmente la apariencia del cutis, la sudoración contribuye a la mayor producción de sebo.
No "dormirse"
Ocuparse a tiempo: una vez detectados los síntomas es importante no dejar pasar el tiempo y consultar con un especialista idóneo para poder realizar un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Todo puede tratarse, pero cuidarse es mejor El hiperandrogenismo, es decir el aumento de los andrógenos -que son las hormonas masculinas que causan estos desbalances hormonales- puede tratarse.
En muchas ocasiones tenemos que conformarnos con tratar el síntoma que podría ser o bien el acné o el aumento de vello, mejorando este desequilibrio. Sin embargo, según la causa del mismo, hay diferentes terapéuticas a considerar que incluyen anticonceptivos orales, inhibidores de la acción de estos andrógenos, bajas dosis de corticoides y otras a considerar bajo estricto control médico.
Cuando el origen del desorden hormonal radica en la Enfermedad de Ovario Poliquístico , puede asociarse a un síndrome metabólico que afecta también la función del páncreas y de su hormona principal: la insulina. Esta expresión metabólica puede tender a favorecer el de aumento de peso, factor muy importante ya que el tejido graso no es inerte y en el mismo ocurren cambios hormonales que profundizan estos desórdenes. Por este motivo, mejorar la resistencia a la insulina que trae aparejado este componente metabólico ayuda a mejorar el entorno hormonal de estas pacientes.
Por lo tanto, la actividad física y mantenerse en un peso saludable es muy importante, en general una dieta sana y equilibrada es la base de nuestro bienestar. A su vez, es esencial considerar que la piel y las hormonas están en íntima relación, el trabajo en equipo con un equipo de dermatólogos es potenciador de los tratamientos a e implementar. Ya quedaron atrás aquellos días en los que los enfermos de afecciones de este tipo le "quitaban" importancia o se autodiagnosticaban lociones inciertas o comer menos manteca. Hoy, la ciencia nos muestra día a día y acabadamente que cualquier disfunción de nuestro organismo tiene un motivo y que incrementa su seriedad a medida que se deja pasar el tiempo sin hacer lo correcto