Las manos son centros energéticos que se activan en contacto.

Las más preciadas armas que Dios creó son los dedos y las manos. Esas manos que acarician, ayudan a los niños y a los más débiles, también sirven para hacer daño pero cuando se unen las manos para elevar una oración las manos juegan un rol trascendental porque en cada mano existe un Centro Energético poderoso que se estimula al poner en contacto una mano con la otra. Al unir las manos en el momento de orar se genera una corriente beneficiosa sobre los estados del alma, la mente y el cuerpo.

Hay que tener en cuenta que la mano izquierda es la de "recibir" transformándose en el Centro Energético Palmar que lo atrae. Las energías celestiales que la acompañan provienen de planos angelicales porque son los que transmiten a los santos y místicos mensajes de iluminación. Tiene correspondencia con el sol, la luz, la sabiduría, la idea creativa, la protección y el equilibrio del Chakra Solar -que se ubica a la altura de la boca del estómago-.

Por su parte la mano derecha es la de "dar" transformándose en el Centro Energético Palmar que lo atrae. La mano derecha está conectada a energías terrenales. Se relaciona con la Luna, la intuición, el don de desprendimiento, el amor y el equilibrio de Chakra Cardíaco - ubicado a la altura del corazón.

Los centros de energía de ambas manos se potencian en los dedos, cuyas yemas tienen las siguientes correspondencias:

  • Mano izquierda: pulgar-fortaleza, índice-sabiduría, mayor-amor, anular-verdad y meñique-voluntad.
  • Mano derecha: pulgar-fuerza, índice-inteligencia, mayor-sentimiento, anular-lealtad y meñique-acción.

Cuando al orar se juntan las manos se produce la conjunción de energías poderosas de los dos Centros Palmares y los diez Centros Táctiles, por lo que se obtiene como resultado en místico número doce que al reunirse conforman una maravillosa fuerza iluminadora porque doce son las horas del días, doce son las horas de la noche, doce las tribus de Israel, doce las Tablas de la Ley, doce los Apóstoles, doce los si- nos del Zodíaco.

Si al orar se colocan los dos dedos pulgares en el Centro del Chakra Cardíaco en el centro del pecho, se está celebrando una alianza de amor, fuerza e iluminación llegando tanto a la mente como al alma del que está orando.

Se recomienda orar con las manos entrelazadas o con los pulgares apoyados en el Centro del pecho. Lo que se pide en el rezo debe salir del Centro del Corazón es decir con mucha fe y agradeciendo de antemano por el bien que se espera recibir. Muchas veces el pedido no llega a hacerse realidad, ello puede deberse a distintas razones:

  • a) que el pedido no fuera hecho de corazón sincero,
  • b) que no se está aún preparado para recibirlo
  • c) porque no está la persona destinada a recibirlo

El simple hecho de elevar una oración hace que todo el ser se ilumine, transformándolo en esencia de amor iluminada. Al orar uno se conecta a un estado de paz, prosperidad y alegría, pero hay que tener presente que el poder conectarse con esa fuerza superior, hará que se halle la paz y por consiguiente obtener la debida fortaleza para estar preparado para encarar cualquier situación que el destino tiene para cada uno de los mortales.


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