Más allá de la diferencia entre la explosiva imagen pública actual de Isabel Macedo y la permanente búsqueda de perfil bajo de Juana Viale, este año las dos morochas tienen varios puntos de contacto. En qué se parecen las dos malvadas de ficción que protagonizan las escenas de sensualidad y erotismo más impactantes de la TV
A primera vista, Juanita Viale e Isabel Macedo no tienen muchas cosas en común. Salvo que son actrices, famosas y muy bellas. Porque mientras que Macedo tiene una imagen pública explosiva, audaz y vibrante, Viale elige un perfil bastante más bajo y medido. Y mientras que Macedo se divierte con su imagen de bomba sexy y “comehombres”, Viale prefiere un estilo más lánguido, casi etéreo.
Sin embargo, tienen mucho en común. Son jóvenes actrices que este año lograron descollar con sus papeles de malas en las dos ficciones diarias más fuertes del horario central televisivo. Y hace poco dieron que hablar por las escenas de sexo que les tocó realizar, a Macedo en Botineras -Telefé- con Nicolás Cabré y Gonzalo Valenzuela; a Juanita Viale en Malparida -Canal 13- con Raúl Taibo, Luciano Castro y Gonzalo Heredia.
Además, se parecen físicamente: son delgadas, morochas y altas. Les encanta la moda y vestirse bien. De hecho, fueron elegidas, en diferentes oportunidades, como las más elegantes de eventos destacados. Y son dos de las actrices con mayor futuro en la televisión argentina. A continuación los parecidos, uno por uno.
PROTAGONISTAS
Se destacan en importantes roles protagónicos. Juanita Viale logró este año su primer protagónico televisivo, en Malparida. Si bien antes fue protagonista de un capítulo de Mujeres Asesinas, actualmente encabeza una ficción diaria que va en el horario central y que es líder de audiencia. Por su parte, Isabel Macedo, si bien ya tuvo papeles protagónicos, como el año pasado en Don Juan y su Bella Dama, este año reafirmó su crecimiento con un protagónico en la ficción central de Telefé: Botineras.
VILLANAS
Desde su inolvidable Delfina, aquella malvada despiadada que compuso en Floricienta, Isabel Macedo no para de interpretar papeles de mala. Lo hizo en Don Juan y su Bella Dama y ahora en Botineras. “La mala me mata. Me re divierto, me sale bien. No sé si tengo cara de mala, pero la gente se preocupa por eso. Todos quieren saber si Isabel es realmente mala o qué onda. Y a mí me alucina. Me parece divino tener esa posibilidad de contar este tipo de historias”, dijo Macedo al respecto. En tanto, Juanita Viale se convirtió en la primera protagonista de una telenovela diaria que, lejos de ser la heroína amorosa y bienintencionada, generosa, altruista y víctima de toda clase de injusticias que estamos acostumbrados a ver, es vengativa, malvada, resentida, y no tiene escrúpulos a la hora de llevar adelante su represalia. “No soy tan yegua como mi personaje en Malparida”, afirmó, por las dudas, la nieta de Mirtha Legrand cuando comenzó la tira.
Sin embargo, son dos malas muy diferentes. Marga (Isabel Macedo) es una mala vulnerable e insegura. Mientras que Renata (Juanita Viale) es despiadada, implacable, fría y calculadora.
BRAVAS
Durante el verano, Isabel fue vapuleada por asuntos de amores. Se la nombraba como la tercera en discordia. Más allá de que para que haya un acercamiento se necesitan por lo general dos, es cierto que desde que Facundo Arana la dejó, Macedo parece haber cambiado de actitud. Hoy es, con derecho, una muñeca brava. Segura, difícilmente la puedan atropellar. Por su parte, Juana ha tenido lo suyo en materia de amores. Y, además, como busca el perfil bajo, en ocasiones reveló su carácter ante la prensa. Es, ella también, otra brava mujer.
ESCENAS HOT
Protagonizaron las escenas de sexo más fuertes del año. No es la primera vez que Juanita Viale da que hablar por sus escenas de sexo. Ya lo había hecho en Doble Vida, con las escenas lésbicas que le tocó interpretar junto a la actriz Fernanda Neil. Ahora le tocó el turno en Malparida, donde su personaje, en su afán por llevar a cabo su venganza, seduce a quien sea con tal de lograr sus objetivos, como lo hizo con Lorenzo (Raúl Taibo) y con Lucas, el personaje que interpretó Luciano Castro como actor invitado. Por su parte, Isabel Macedo reafirmó su papel de seductora a través de las escenas de alto voltaje que le tocó jugar con Gonzalo Valenzuela y Nicolás Cabré (el año anterior había realizado escenas muy osadas junto a Benjamín Vicuña que habrían sido el detonante de su posterior enfrentamiento con Pampita). En ambos casos, tanto en Botineras como en Malparida, el rating subió con las escenas hot.
VALENZUELA
Comparten el mismo “objeto de deseo” de algún modo. Aunque en un solo caso se trata de la realidad. Juanita Viale está en pareja con el actor chileno Gonzalo Valenzuela. Se conocieron en 2005, trabajando en Doble Vida, después ella se fue a vivir un tiempo a Chile donde nació Silvestre, el hijo que tienen en común, para regresar más tarde a la Argentina, donde ambos siguieron desarrollando sus carreras artísticas. Actualmente, él trabaja en Botineras y ella en Malparida. Cada tanto aparecen rumores de separación que involucran a la pareja. Uno de esos rumores tuvo que ver, precisamente, con las escenas de sexo que interpretó Gonzalo Valenzuela con Isabel Macedo en Botineras y que a Juanita Viale, según se rumoreó en su momento, no le gustaron nada. Puede decirse entonces que Viale y Macedo comparten un mismo “objeto de deseo”. Una en la vida real. Y la otra, en la ficción. Este punto se combina con el 3) y el 4) ya que las escenas hot de Isabel con Valenzuela cayeron en la volteada meses atrás cuando todos los dardos le apuntaban. Y hasta se llegó a especular que Viale habría estado algo molesta y habría aclarado los puntos para que el chileno no rumbeara para otro lugar y el amor real fuera sólo el suyo.
ELEGANCIA
Este año, Isabel Macedo deslumbró en la entrega de los Martín Fierro con un largo vestido negro de Las Oreiro que le valió haber sido elegida la más elegante de la fiesta. El año anterior, si bien el primer puesto lo obtuvo Natalia Lobo, Juanita Viale fue señalada por muchos como la más elegante de esa noche con su vestido de Carolina Herrera que la hizo lucir como una verdadera princesa.