BAGDAD (Télam-SNI).- Un atentado destruyó ayer gran parte de la cúpula de oro del mausoleo chiita de Samarra en Bagdad, y en represalia fueron atacadas 27 mezquitas sunnitas, donde murieron al menos seis personas, informó el ministerio del Interior.
El ataque contra la mezquita de Azkari, uno de los principales mausoleos chiitas de Bagdad, demolió gran parte de la cúpula cubierta de oro del santuario, lo que provocó que miles de personas personas reclamaran venganza.
Posteriormente, un imán y tres fieles murieron en el ataque a una mezquita en la parte oeste de Bagdad, mientras los otros dos imanes sunnitas murieron en otras tantas mezquitas del sur de la capital iraquí.
Ataques a mezquitas
Asimismo, nueve mezquitas fueron atacadas en la región de Karkh, en el oeste de la capital, y 18 en el barrio al-Rassafa.
La mezquita Alí al-Azzim de Ghazaliyah, en el oeste de Bagdad, fue incendiada, y también se quemaron las puertas de otra en la misma zona.
En el santuario de Samarra está la tumba del imán Ali Ibn Mohammed al Hadi y su hijo, el imán Hassan al Askari, además de los sepulcros de dos mujeres emparentadas con el profeta Mahoma.
Triángulo de la muerte
Según los testimonios reunidos por las autoridades, hombres armados y vestidos con uniformes de la Guardia Nacional inmovilizaron a los custodios del santuario e hicieron estallar unos cartuchos de dinamita.
La ciudad de Samarra está situada a unos 125 kilómetros al norte de Bagdad, en el llamado “triángulo de la muerte” donde se producen múltiples atentados de la resistencia iraquí.
Samarra es el principal centro de perigrinaciones para los chiitas iraquíes después de Nayaf, Karbala y Kadhimiya (este último en Bagdad).
Tras el atentado, el ayatolá Alí al-Sistani, la mayor autoridad chiita en Irak, llamó a todos los chiitas a la protesta pacífica y pidió siete días de duelo por los daños causados al mausoleo.
El Gobierno iraquí informó que “varios sospechosos” fueron detenidos en relación con el atentado, mientras soldados de Estados Unidos y policías abrieron una búsqueda casa por casa para encontrar a los responsables.
No hubo informes oficiales sobre la existencia de muertos o heridos a causa de la explosión.
Conversaciones suspendidas
El ataque contra la mezquita de Samarra se produjo en momentos en que chiitas, sunnitas y kurdos tienen suspendidas las conversaciones para la formación de un nuevo gobierno.
El presidente iraquí, Jalal Talabani, condenó el ataque y alimentó la hipótesis de que fue intento por sabotear las negociaciones para la formación de un nuevo gobierno tras las elecciones del pasado 15 de diciembre.
El movimiento chiita Hezbollah hizo responsable del ataque a las fuerzas de ocupación estadounidenses y a sus aliados iraquíes.