Pudo ganar, también pudo perder. Pero definitivamente, la Selección argentina no jugó a lo que Gerardo Martino quiere. La idea quedó pisoteada por el vértigo, el apuro, el roce. Y ahí anda la Albiceleste, extrañando horrores a Lionel Messi, con apenas un punto en las primeras dos fechas de las Eliminatorias y sin haber convertido ni siquiera un gol...
Y eso que Carlos Tevez tuvo una situación inmejorable para convertir, pero falló. Como fallaron Di María, Lavezzi o Paulo Dybala, quien hizo su estreno sobre el final.
Paraguay bien pudo haberlo ganado, de no ser porque tomó tantas malas decisiones en ataque como Argentina. Claro que la Albirroja está parada en otro lado: suma cuatro puntos sobre seis y ya se sacó de encima (hasta la próxima ronda, claro) a la Albiceleste.
El trío de PSG se conectó de a ratos, sin continuidad, sin flujo. A la Argentina le falta fútbol. Jugando 4-3-3, como ante Ecuador, o 4-2-3-1 como frente a Paraguay. El problema no es el sistema: es la idea mal ejecutada. En Asunción, el equipo dirigido por Martino tampoco buscó el toque para plantarse como dominador del encuentro. Se paró mejor que ante Ecuador (tampoco hacía falta demasiado), con el doble cinco bastante coordinado. Hubo un buen papel de Funes Mori (salvó un gol arrojándose al suelo) en su estreno en Eliminatorias. Aquel fallo de Tevez. Y no mucho más...
¿Acaso será Messi la cura de todos los males? Por lo pronto, es bastante probable que no juegue en la próxima doble jornada, contra Brasil de local y Colombia como visitante. Será en noviembre. Sí, el mes que viene. A Martino le queda ese tiempo para diagramar y poner en práctica una reactivación del plan, o una readaptación. Con Tevez de 9, de medio 9 o de un cuarto de 9. Lo que falta, en el fondo, es fútbol.
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