Los especialistas examinaron 220 mil personas a propósito de su estatus socioeconómico, condiciones de salud como la obesidad y hábitos como el tabaquismo, además de, claro, su estatura.
Así llegaron a la contundente conclusión de que los hombres con menos de 1.65 metros de altura tienen 50% más probabilidades de volverse dementes hacia al final de su vida, en comparación que quienes superan esta medida.
La baja estatura indica un desarrollo empobrecido en la infancia a causa de desnutrición, enfermedades y estrés, factores que a su vez, en la vida adulta, pueden derivar en demencia.
Fuente: Pijama Surf