B oca no espera. Siempre es ahora. No hay margen para la paciencia, los errores se sobredimensionan y cada futbolista debe confirmar, partido a partido, oficial o amistoso, por qué está dentro del plantel más cotizado del fútbol argentino. Y dentro de este contexto, hoy y desde un tiempo, la mayoría de los cuestionamientos y las críticas giran alrededor de la figura de Agustín Rossi.
La gira por Estados Unidos dejó, dentro de la columna negativa del balance, el rendimiento de Rossi. El último partido ante Colorado Rapids fue traumático para el arquero que tuvo responsabilidad directa en el segundo gol y después, ya en la tanda de penales, no mostró intuición.
Y si bien el mismísimo Guillermo Barros Schelotto se encargó de “protegerlo” al afirmar que “no creo que vaya a llegar algún otro refuerzo”, quedó la sensación que el joven arquero está afectado por una situación que le otorga un incómodo protagonismo.
Con cincuenta partidos oficiales en su curriculum xeneize, pero apenas 22 años, el mes próximo cumple 23, y mucho futuro por delante, el ex arquero de Defensa y Justicia está visiblemente afectado desde el punto de vista mental.
Está claro que en la posición hostil que le toca afrontar, donde sabe que ya no tiene ni el más mínimo margen de error a su favor, la confianza personal tiende a desgastarse y cuenta con todas las de perder en esta historia que lo tiene en medio de un volcán.
La búsqueda de un refuerzo para el arco de Boca ya es, a esta altura, una novela de grandísima repercusión cargada de protagonistas. Es que en la lista de los sondeados por Daniel Angelici y compañía, aunque siempre sin la decisión firme para llevar una oferta concreta, u ofrecidos por distintos representantes figuran Agustín Marchesín, David Ospina, Gerónimo Rulli, Nahuel Guzmán, Guido Herrera y el único que por estas horas sigue en pie: Esteban Andrada, a quien busca Villarreal que podría asociarse con Boca para contratarlo..
Los detractores de Rossi, hoy la mayoría de los hinchas de Boca, apuntan a la llegada de un arquero de primer nivel para quedarse, de una y sin competencia, con el puesto. Sin embargo, Esteban Andrada no reúne mucha más experiencia y rodaje que el actual arquero xeneize.
Lo cierto es que el nombre del todavía arquero de Lanús se mantiene en órbita. Desde la dirigencia de Boca se espera que Villarreal acceda a la compra del cien por ciento de su ficha y después se incline por cederlo, al menos hasta el fin de año y el cierre de la Libertadores, a Boca.
Caso contrario, el presidente Daniel Angelici deberá sentarse cara a cara con su par granate, Nicolás Russo, que no es sencillo de convencer.