No hay otro rey de la Copa del Mundo que muestre en su campaña una goleada en contra como la que soportó la Alemania de 1954. Los alemanes fueron víctimas de una catástrofe futbolística durante la primera ronda del certamen disputado en Suiza, al caer por 8 a 3 frente a Hungría
Igualmente, avanzaron a la siguiente etapa ganando un desempate ante Turquía y, tras superar a Yugoslavia en cuartos de final y a Austria en semifinales, se encontraron en la final con sus verdugos de la fase inicial.
Los fenomenales húngaros se imponían 2-0 a los 8 minutos de juego (goles de Puskas y de Czibor), lo cual hizo pensar que el resultado sería similar al de días antes, pero la tozuda Alemania descontó por intermedio de Morlock y torció el marcador con un doblete histórico de Rahn.
Así, el 3-8 resultó una anécdota... y el 3-2 permitió que el máximo trofeo quedara por primera vez en poder de los germanos.
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