El profesional médico se refirió a la intervención quirúrgica a la que la exboxeadora fue sometida días atrás. Y también dijo que "el tiempo de recuperación es imposible de delimitar".
Alejandra "Locomotora" Oliveras fue internada de urgencia hace una semana en Santa Fe luego de sufrir un ACV isquémico y debió ser operada de urgencia después de 72 horas. Este lunes, Alejandro Musacchio, el neurocirujano que participó en la intervención, dio detalles sobre el estado de la exboxeadora.
En el ciclo Arriba América, el médico explicó que la exboxeadora padeció “un edema cerebral agregado a un infarto cerebral” y contó: “El cerebro se hincha en una caja muy dura y rígida como es el cráneo; no tiene donde expandirse”.
“El tiempo de recuperación es imposible de delimitar. El paciente tiene que estar en reposo absoluto de su respiración, porque cualquier respiración genera presión intracraneal. Por eso, se encuentra con respiración mecánica y con medicación para disminuir la presión de ese cerebro”, comentó Musacchio.
Y agregó: “A medida que vemos que el cerebro vuelve lentamente a su lugar, nos da el resultado esperado. En los problemas neurológicos, toda recuperación es lenta”.
Por último, Musacchio puntualizó sobre la salud de Alejandra Oliveras: “En la resonancia magnética que se hizo a su ingreso (de Locomotora Oliveras), vimos que tiene un problema vascular en la carótida cervical. Tiene una calcificación y una estrechez de la carótida. Además, es una hipertensa no controlada”.
El último parte médico, difundido este lunes, confirmó que el estado de la exboxeadora sigue siendo delicado y con pronóstico reservado. Según informaron las autoridades del Hospital José María Cullen,presenta estabilidad clínica, aunque lo más relevante son las constantes evaluaciones neurológicas a las que está siendo sometida.
El director del centro asistencial, Bruno Moroni, señaló que Oliveras “se encuentra estable clínicamente, con monitoreo y control de todos los parámetros generales”. No obstante, advirtió que cuando se habla de estabilidad se refiere a que los signos vitales están controlados, pero que “lo trascendental son las evaluaciones neurológicas”.
Esto se debe a que su cuadro sigue siendo muy dinámico y depende, principalmente, de cómo responde su cerebro a la medicación y los procedimientos aplicados.