Al fin llegará el día de la presentación en el boxeo profesional de Ezequiel Matthysse, el sobrino de Lucas (el ex campeón mundial welter Consejo Mundial de Boxeo -WBC), e hijo de Walter, gran pegador superwelter. Distintas situaciones fueron atrasando este momento, entre ellos el Covid-19 que contrajo junto a su DT, Mario Narvaes (hermano del Gran Omar).
Pero este sábado, en el Club de Ajedrez de La Calera, Córdoba, televisado en directo por TyC Sports a partir de las 23:30, el “Niño Terrible” enfrentará a 4 asaltos, enmarcado en categoría mediano, al bonaerense Dante Román Cano (2-10-0, 1 KO).
Ezequiel empezó a entrenar a los 11 años, e hizo su primer combate como aficionado a los 14, terreno en el cual redondeó un récord de 63 peleas, con 59 victorias (30 KO), 3 derrotas y un empate.
Se destacó al punto de haber obtenido allí el campeonato en los “Juegos Evita”, dos veces medalla de Oro regional, el sudamericano amateur WBC y el Mundial Amateur WBC, en uno de los cuales venció por puntos al yanqui Jerry Bradford, un púgil no muy conocido que luego fue vencido aquí por Francisco Verón.
Matthysse estuvo durante un tiempo en el “Team Maidana”, que por entonces comandaba Sebastián Contursi (hoy enemistado con el Chino por cuestiones económicas) y hasta se estudió la idea de hacerlo profesional con 17 años, algo que luego dio marcha atrás, un poco por la regla argentina que no admite profesionales menores de 19 años, otro porque tal vez no haya sido lo que esperaban de él.
Porque ojo, Ezequiel no es Lucas; es el sobrino de Lucas. Aún está verde. Estuvo 3 veces en la concentración de la Selección Nacional durante 30 ó 40 días, aunque nunca la representó, ni fue becado. Allí se cuenta que guanteó alguna vez contra Brian Arregui, la estrellita del equipo, y Brian con 16 años lo dominaba. También perdió en la FAB contra Francisco Verón, el otro titular de la Selección, en 75 kg. Fue en 2018.
Muchas son las grandes figuras que de amateur no descollaron pero explotan en el profesionalismo, y viceversa, aunque lo más normal es que un púgil comience destacándose como rentado siendo al menos titular en su puesto en su país como aficionado.
Ezequiel tiene problemas de sangrado en las fosas nasales. Le sucedió en un tope contra Brasil en el CeNARD, cuando el DT del equipo argentino era el cubano Yusmanis Despaigne. Guanteando con el representante brasileño, que no era el Nº 1 de su país, su sangrado no le permitió seguir en el 2º round en un entrenamiento.
Por eso la cosa es ver cómo ha evolucionado ahora, con el tiempo, un par de años después en que pasó de la adolescencia a la hombría, aunque aún es un chico de 21 años. Pero es el sobrino, cuidado. Todavía un chico. Y recién ahora abre su camino, que ojalá se parezca al de su familia.