En las últimas horas salieron a la luz aspectos hasta entonces desconocidos sobre este británico de 30 años que pasó 5 temporadas en la cárcel por motivos que no se saben oficialmente, pero que las malas lenguas atribuyen a violencia doméstica.
Cuando le preguntaron por el tema, eludió: "Épocas de muchas peleas, malas juntas, mala vida. Pero ya pasó y ahora voy a pelear sobre el ring el sábado. Bueno, es más importante eso".
Tiene "cara de ángel" y es amable, educado, medidamente simpático, pero escondedor, reservado y desconfiado. Es hincha del Manchester United y, además del deporte que practica, le gusta el rugby.
Muchos asumen que su presencia será meramente testimonial. Que la fiesta está preparada para ver a un Maravilla Martínez con los brazos en alto incluso antes del límite, tal como proyectan las apuestas. La casa británica William Hill tiene como amplio favorito al quilmeño, a quien otorga una cuota de apenas 1,12. La victoria del visitante paga 5,50 a 1 y el empate, u$s26 por cada dólar apostado.
Razones no faltan. Murray estaba 3º en el ránking CMB, que lideraba el neuquino Billi Godoy (Nº 1), al momento de su designación como oponente de Maravilla. Bien lejos de rivales de la talla de Canelo Álvarez, Miguel Cotto o Floyd Mayweather, los primeros nombres que surgieron.
Sin embargo, su invicto (récord de 25-0-1) no deja de ser un detalle a tener en cuenta sobre este pugilista que tiene como último antecedente la victoria por KOT 6 frente al poco experimentado venezolano Jorge Navarro. Murray no expondrá el interino AMB, y aunque pierda seguirá siendo campeón, salvo que caiga por KO, según Sampson Lewcowicz, promotor del evento.
Tiene un parecido físico–y también en lo boxístico- a Serhiy Dzinziruk, a quien Maravilla venció casualmente por KOT 8. No es técnico como lo elogió el argentino, aunque pega bien abajo con el gancho zurdo, y casi todos sus golpes son curvos. La defensa es su talón de aquiles, y por ahí intentará lucirse Martínez.