El luchador de MMA Santiago Ponzinibbio, con el desembarco de la UFC en nuestro país, hicieron explotar el Parque Roca el último sábado con más de 10.000 personas, instalando un nuevo concepto en los deportes de combate que marcará un antes y un después. ¿Desplazará lentamente al boxeo?

El mundo del boxeo debió tomar nota. Al menos el del boxeo nacional.Es que el pasado sábado, mientras desde el Club Atlético Rivadavia de Estación América, Pcia. de Bs As, a través de la pantalla de TyC Sports se aguardaba el choque entre el chaqueño Fernando Cancino y el ignoto uruguayo Eduardo Abreu, FOX Sports transmitía desde el Parque Roca de CABA el desembarco de la UFC (Ultimate Fighter Championship) por primera vez en nuestro país, a cargo del máximo exponente argentino en la materia, el platense Santiago “El Rasta” Ponzinibbio, que ante más de 10.000 personas que colmaron el estadio –10.245 fue el dato oficial- se disponía a enfrentar en la jaula octogonal al yanqui Neil Magni.

Un chaqueño contra un uruguayo en un pueblo bonaerense era el “plato fuerte” por un lado, un absurdo sin razón de ser que daba un poco de vergüenza comparar, apenas presenciado por un puñado de curiosos y allegados, fortalecido con un incomprensible título latino ligero vacante del CMB en juego, que -como viene sucediendo últimamente- no los contemplaba en su ránking, ya que ambos rozaban incipientes 10 peleas.

Por el otro, una masa expectante de una jaula hiper promocionada, no sólo a nivel marketing, sino también periodísticamente, como si las MMA (Artes Marciales Mixtas) fuera un deporte nacional mucho más interesante que el boxeo. De hecho -según dicen- es el que más creció en la última década. Y no necesitó de títulos berretas para hacer explotar gradas y rating. Las MMA aprovechan la decadencia del boxeo en general, y en nuestro país en particular.

De ésta, de su debilidad, de su crisis estructural, dirigencial, deportiva y económica se valen para a través de su empresa elite, la UFC –equivalente a la F1 en el automovilismo- desplazar al boxeo, ofreciendo el doble de violencia y espectacularidad, con algo de show. Un Titanes en el Ring moderno pero en serio, más la sangre nueva de sus luchadores y espectadores que se vuelcan a ellas como lo hacían otrora con el Circo Romano.

¿Pero quién es Ponzinibbio? ¿Con quién peleó? ¿A quién le ganó? ¿Por qué arrastra tanto, si apenas combatió acá un par de años en sus comienzos, cuando era un completo desconocido –apenas 7 veces entre 2008 y 2010-?

Santiago Ponzinibbio.mp4
Santiago Ponzinibbio ganó su pelea de UFC

Ponzinibbio tranquilamente puede ser el Firpo de las MMA. Un Firpo anterior a la pelea con Dempsey, sin la epopeya del Polo Ground. Pero no es él quien arrastra, sino la novedad de algo más acorde a esta sociedad que el boxeo, en auge frente a la debacle de aquel imperio conservador y demodé.

Ningún espectáculo boxístico, ni figura actual o venidera, sin haber un título del mundo en juego sería capaz de congregar semejante marco en la actualidad en el boxeo argentino.

Sólo Maravilla Martínez lo hizo en su apogeo mediático y una sola vez –corona mundial mediante-, pero ni que pelearan Lucas Matthysse contra el Chino Maidana lo lograrían, menos sosteniendo un maratónico espectáculo de una docena de peleas, que culminó pasadas las 3 de la mañana y había empezado a las 19:00.

maravilla.jpg

Lo curioso es que pese al fervor y a la repercusión obtenida con su KO 4 sobre el yanqui, sinceramente el espectáculo no fue gran cosa, aunque se intente vender que sí.

El Rasta terminó con los dos ojos lastimados pese a los pocos golpes recibidos, y se lo vio excedido en la división welter de la UFC (limite 77,100). No adiposo, pero tampoco ceñido, a la vez que se lo advierte lento e impreciso, aunque se quiera exagerar su destreza.

De hecho, cuesta ver netamente a dónde y cómo llegó el derechazo del KO para hacer tamaño efecto.

Acostumbrados al boxeo, donde la cabeza se mueve y la piel se arruga contra el guante cuando hay un buen nocaut, acá pareció como que el cross pasó de largo y apenas resbaló en la mandíbula de Magny, que no vino a inmolarse por la causa.

A decir verdad, pocas veces se vio a un luchador de MMA tan temeroso como él, más alto y largo, pero que no lo hizo valer jamás y hasta en un momento pareció que le habían prohibido tirar la derecha, aun cuando Ponzinibbio se acercaba ofreciendo el blanco.

Magny se agarraba su ojo como llorando cada vez que una mano le pasaba cerca, y no tuvo el menor pudor en demostrar ampulosamente cómo le dolían –supuestamente- las low kick, también algo poco común de ver.

Brutal nocaut en la MMA

Así y todo, se ensalzó el trabajo del platense, y su recontra lógico triunfo se magnificó sin la menor autocrítica.

Sin embargo, pese a estar 10º en el ránking mundial es obvio que está lejos del 1º nivel, y más de ganar un título, especialmente resignando el combate de piso, una carencia insólita en este nivel, ya que es el 50 % de estas luchas.

Y el yanqui, sabiendo eso, no fue capaz de provocar un derribo, o intentar llevarlo a esa zona sin otro recurso que no sea tirarse al recibir las patadas bajas. Inconcebible inoperancia para un atleta de un rango como el suyo (8º en el mundo) a esta altura.

¿Pero a quién le interesará esto? El objetivo es otro y está cumplido. Las MMA son terreno virgen y crecen pase lo que pase. Y concentran una gran ventaja, propia de su albor: tienen todo por delante y nada por detrás. Le pueden robar cosas al boxeo, pero el boxeo no a ellas. El alumno puede aprender del maestro, pero cómo hace el maestro para aprender del alumno.

La ecuación es irreversible. Sea mejor o peor, es como competir hoy con Internet, o las redes sociales. Cuando el río avanza, lo que quedó atrás no es mejor ni peor, sino irrecuperable. Simplemente porque para ello hay que ir contra la corriente.

Aparecen en esta nota:

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2021-110619619-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados