Pakistán fue el escenario de una tragedia en el boxeo. El púgil Muhammad Aslam Khan murió tras perder por nocaut en un combate realizado el fin de semana que se celebró en Quetta, ciudad del país asiático.
La velada, que tenía fines benéficos, terminó de la peor manera cuando Wali Khan Tareen conectó un cross de zurda al rostro de su contrincante y lo mandó a la lona. Segundos después, los asistentes invadieron el cuadrilátero y advirtieron que Khan estaba inconsciente.
Si bien el pugilista abandonó el cuadrilátero aún con vida, al llegar a un hospital de la ciudad de Karachi murió como consecuencia de las lesiones recibidas.
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El secretario de Deportes de Baluchistán se mostró conmocionado por el suceso y aseguró que se trató “de una pérdida de todo el país y la nación”. Además, adelantó que harán todos los esfuerzos necesarios para ayudar a su familia: “Trasladaré su caso al gobierno para que sea compensado”.
Aslam Khan había iniciado su carrera como boxeador en 2007 y tomo cierta notoriedad en su país cuando en 2017 ganó un título a nivel nacional.
Por estos momentos, en el país asiático se investiga la organización del encuentro ya que, aparentemente, no estaban las condiciones dadas para la realización de una pelea. Es por eso que La Federación de Boxeo de Pakistán (PBF) condenó el incidente y lo calificó de ilegal.
Al respecto, la entidad rectora del boxeo paquistaní aclaró que no tenía "ninguna conexión" con la entidad organizadora del combate, denominada "Consejo de Boxeo Profesional" y que no cuenta con el reconocimiento de ninguna organización internacional del deporte. Luego de lamentar lo sucedido en el combate, la Federación sostuvo en un comunicado que no se podía "comprometer la seguridad de nuestros boxeadores”.