Entre los síntomas se encuentran llanto persistente, sangrado en la materia fecal, reacciones alérgicas, síntomas símil reflujo, cólicos y retraso en el crecimiento (enteropatía), situación esta última que puede suceder cuando el bebé no es diagnosticado a tiempo.
Vale recordar que la proteína no sólo está presente en la leche, sino también en muchísimos alimentos industrializados como galletitas, productos de panadería, golosinas, salchichas y aderezos.