Muchos cocineros usan cada vez más este electrodoméstico para ahorrar pasos en recetas clave para un desayuno nutritivo, un snack proteico o un postre natural. La falta de tiempo conspira para hacer largas preparaciones como lo hacían nuestras abuelas. Los helados, muffins, budines o pancitos son algunas de las preparaciones que se pueden realizar. Sólo es cuestión de seguir algunas pautas como, por ejemplo, no forzar su motor más de 30 segundos seguidos.

Las largas preparaciones con varios pasos que hacían nuestras abuelas en la cocina desde la mañana cuando ponían la olla a hervir para dejarla al fuego durante horas no se adaptan más a los tiempos de hoy, salvo excepciones que tienen que ver con algún evento especial que merece esa inversión de tiempo y de ganas.

Hoy, todos queremos comer bien y rápido. ¿Es posible hacer comida casera saludable y exprés? Sí, es posible. Los cocineros usan cada vez más la licuadora para ahorrar pasos en recetas clave para un desayuno nutritivo, un snack proteico o un postre natural. “Las tardes son el momento ideal para comer algo rico. Si sos de los que no pueden hacer ni unos cubitos de hielo, tenemos una buena noticia. La licuadora no solo hace licuados. También hace helados, muffins, budines o pancitos”, dicen desde Linio, la tienda online de más rápido crecimiento en América Latina y con operaciones en México, Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador, Panamá, Chile y Argentina, y creadora de estas super recetas para hacer al instante en una licuadora.

Para la receta del “pan de mantequilla de maní”, por ejemplo, no es necesario realizar el clásico batido de los budines de la manteca con el azúcar y el posterior agregado de los huevos de a uno porque no lleva ni manteca ni huevos. La proteína y la grasa se reemplazan por la mantequilla de maní, un producto que se consume mucho en los Estados Unidos y Europa para acompañar el desayuno y que en Argentina se puso de moda a través de las dietéticas donde se consiguen versiones naturales. Para hacer este pan, sólo se necesita licuar los ingredientes. Un consejo: licuar primero los líquidos hasta integrar y recién después incorporar los secos.

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Para las preparaciones en licuadora hay que tener en cuenta algunas pautas. Primero, no forzar nunca la licuadora más de 30 segundos seguidos. Si la mezcla no se integró al cabo de este tiempo, apagar, esperar unos segundos, y volver a licuar. Así se evita que se quemen los motores por el uso incorrecto de sus funciones.

Otro secreto, si vamos a hacer helado y a procesar frutas congeladas, es mejor hacerlo en una licuadora que tenga la función de “picar hielo”. En este caso, es posible que al principio cueste que las frutas se procesen. Hay que tener un poco de paciencia hasta que le tomamos la mano. Si no tenemos la función de “picar hielo”, una opción es retirar la fruta congelada del freezer y esperar unos 20 minutos antes de licuarla, para que no se resista a la función del licuado. En el caso de los muffins de avena, estos no contienen harina ni manteca, se endulzan naturalmente con miel y se arman íntegramente en la licuadora. No son los muffins típicos de avena. Estos son ultra húmedos, como debería ser cualquier muffin que se precie, pero también son saludables, por no llevar azúcar, siendo menos dulces que cualquier cosa que uno encuentre en la panadería.

Los panqueques sin harina y con distintos ingredientes, incluso frutas frescas, constituyen hoy en día el desayuno perfecto para personas que entrenan en el gimnasio o hacen deportes y que necesitan comenzar el día con un shock proteico y nutritivo. Se pueden acompañar con una cobertura de arándanos frescos. También se pueden reemplazar sus componentes, por ejemplo, la manzana por peras o el yogur griego por yogur común o crema de avellanas. Es cuestión de ponerse a inventar.

¿Alguna vez nos imaginamos poder hacer un helado cremoso solamente con bananas? Siempre que pensamos en helado casero de frutas nos imaginamos un resultado cristalizado, como cubitos con sabor a la fruta elegida. Las bananas permiten resultados extraordinarios y se utilizan como base de muchos helados naturales porque aportan una textura similar a la de los helados de crema. El procedimiento es siempre el mismo: se pelan las bananas, se cortan en cubos, se guardan en un recipiente hermético para freezer, se congelan, y luego se procesan en una licuadora. Se les pueden agregar arándanos, frutillas, mantequilla de maní, cacao en polvo, mango, etc., para obtener helados de distintos sabores.

La falta de tiempo o la dificultad ya no son excusas a la hora de ponernos a cocinar algo rico. Estas recetas son todas deliciosas, nutritivas y realmente muy fáciles de hacer.

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