Como en casa

Norma Aleandro protagoniza junto a gran parte de su familia la comedia Familia para Armar, el film escrito y dirigido por Edgardo González Amer, que el jueves se estrenó en las salas porteñas. Aleandro comparte el protagónico con su hijo Oscar Ferrigno, su nuera Valeria Lorca (ambos interpretan a sus hijos Ernesto y Betina) y con la debutante Malena Sánchez, que encarna el papel de su nieta Julia. El elenco se completa con las participaciones de Jorge Suárez, Paula Kohan, Darío Levy, Ximena Rijel, Ernesto Imas, Julián Infantino y Pascual Condito. “Siento que Familia para Armar tiene todo lo que debe tener una película de esta clase. Momentos de comedia y sucesos muy profundos y dramáticos sin llegar a ser un drama”, contó Aleandro. Luego de la premiere realizada días pasados en un complejo porteño de salas cinematográficas, la ganadora del Oscar con La Historia Oficial, de Luis Puenzo, definió a la cinta como a “una comedia que cuenta la historia de esta familia poco común. Me pareció atractivo, sobre todo, esa particularidad de dos hijos grandes que aún viven con su madre”. Aleandro, una de las actrices más importantes de la Argentina, que brilló en cintas como La Tregua, Cien Veces no Debo, El Faro y El Hijo de la Novia, tomó este regreso al cine con gran felicidad ya que por primera vez trabajó con su hijo y su nuera.
La historia de un reencuentro
Familia para Armar, la segunda pieza de González Amer, que debutó en 2007 con El Infinito sin Estrellas, cuenta la historia del reencuentro entre Ernesto, un padre ofuscado y distante, y Julia, una hija adolescente empecinada en ser amada y en recomponer la relación luego de una separación larga y traumática. Elisa (Aleandro) vive junto a sus hijos Ernesto (Ferrigno) y Betina (Lorca) en Valeria del Mar, donde administran un pequeño hotel. Ernesto, un escritor frustrado, se ocupa de las tareas de mantenimiento y su salida más atrevida es para juntarse a cenar con Luis (Jorge Suárez), su mejor amigo. La vida rutinaria de la familia se termina la noche en que Julia (Sánchez) llega desde Buenos Aires para instalarse en el hotel y afincarse allí ocultando los verdaderos motivos de por qué decidió irse a vivir con su padre tras ocho años de distanciamiento. Ernesto y Julia esconden un gran secreto que no están dispuestos a contar y que entorpece la relación; la abuela y la tía interceden pero el vínculo padre-hija es tan fuerte que el conflicto sólo podrá dirimirse entre ellos. En la búsqueda por el mutuo reconocimiento se desatarán situaciones familiares desopilantes y dramáticas, que en ciertos pasajes incluirán a los huéspedes del hotel y los vecinos del pueblo, para cerrar con un final tan inesperado como emotivo.