Esa es la pregunta del millón que por estos tiempos se formulan los científicos, quienes muestran su extraña evolución
El paleontólogo y geólogo escocés Dougal Dixon creó prácticamente solo un género de ficción y movimiento artístico, partiendo de una simple pregunta: ¿cómo evolucionarían los animales en miles o millones de años?
Partamos del hecho que la evolución no comenzó ni partió con el hombre. Millones de años antes de nosotros ya existían seres que lo pasaban bárbaro sin nosotros, y así será en el futuro. Como buen paleontólogo, Dixon se nutrió de bases científicas para elaborar su hipótesis de cuáles podrían ser los caminos que tomaría la fauna en un tiempo muy lejano, cuando incluso nosotros ya estemos extintos. Los resultados, influenciados por una buena dosis de imaginación, los expone en forma de enciclopedia ilustrada.
En el futuro, los reyes serán aquellas plagas y parásitos que el hombre anteriormente había tratado de eliminar sin éxito y las víctimas, todos aquellos animales que llegaron a ser tan dependiente del género homo en su última etapa, que sin nosotros se extinguieron. Aquí hablamos de vacas, ovejas, cabras y caballos, entre otros, que habrían dejado su lugar en zonas de praderas, dando espacio, por ejemplo, a un curioso animal.
Dixon señala que el rabbuck, una evolución del conejo, sería uno de los animales dominantes del planeta. Como se ve, si bien el paleontólogo y geólogo escocés parte de mucha base científica, creatividad no le falta. Su trabajo ha inspirado a muchos artistas conceptuales, quienes crean fantásticas criaturas preocupándose de darles un contexto biológico congruente. Para la película Avatar, por ejemplo, James Cameron contrató a un grupo de expertos para darle base científica a la vida a los animales que vimos en pantalla.
